Una invitación a consumir los camarones producidos por sus empresas socias, formuló la Asociación de Industriales y Armadores Pesqueros de Coquimbo (AIP), esto, en reacción a una reciente alerta sanitaria emitida por el Ministerio de Salud (Minsal), debido a la detección de la bacteria Salmonella en camarones cocidos congelados de una marca de origen extranjero.
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La pesca nacional dedicada a la explotación de crustáceos demersales, cuyas bases se ubican en las regiones de Coquimbo y Valparaíso, se centra en tres pesquerías, todas de tipo silvestre: camarón nailon, langostino amarillo y langostino colorado.
En particular, el camarón nacional es un crustáceo considerado salvaje, que vive a una profundidad aproximada de 500 metros, y durante su crecimiento no tiene asistencia en su alimentación ni contacto con productos químicos y sólo se extrae cuando, en forma natural, alcanza el peso y estatura necesarios para su consumo.
El gerente de la entidad, Leandro Sturla, recalcó que los camarones capturados, procesados y comercializados por los integrantes de AIP no constituyen peligro para la salud de la población.
“La autoridad de salud ha sido clara en la comunicación respecto del origen, marca y lote de los productos extranjeros en los que se detectó Salmonella. Los camarones de origen chileno producidos por nuestros asociados se encuentran libres de esta bacteria, por lo que su consumo es seguro”, dijo Sturla.
Durante el año 2016 la pesquería de crustáceos demersales de las regiones de Coquimbo y Valparaíso obtuvo la certificación de sustentabilidad Marine Stewardship Council (MSC) para sus tres recursos, lo que implica un reconocimiento internacional en cuanto a la gestión de prácticas sustentables dirigidas a la conservación de este recurso, destacando la regulación e implementación de nuevas artes de pesca más selectivas, logrando alcanzar el más alto estándar mundial en calidad y cadena de custodia.