El gobierno estadounidense de Donald Trump inició este viernes una «limpieza» en el Departamento de Justicia, al exigir la renuncia de 46 fiscales federales designados durante el mandato de su predecesor, Barack Obama.
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La portavoz del Departamento de Justicia, Sarah Isgur Flores, afirmó que el secretario de Justicia y fiscal general, Jeff Session, había solicitado «a los 46 fiscales federales designados por el presidente (anterior) presentar sus renuncias con el fin de asegurar una transición uniforme».
Los presidentes estadounidenses suelen ordenar a funcionarios de confianza que renuncien cuando asumen el cargo, pero la naturaleza abrupta de la medida sorprendió a algunos, sobre todo teniendo en cuenta que a muchos fiscales se les pidió que se fueran inmediatamente.
El famoso fiscal de Manhattan, Preet Bharara, está entre quienes deben irse, a pesar que él se reunió con Trump antes de que el magnate republicano asumiera el poder y que había señalado que se le había pedido que se mantuviese en el cargo.