A mediados de la década de los 90 su nombre hacía temblar la escena política de Argentina. El periodista Santiago Pinetta destapó uno de los escándalos de corrupción más largos y polémicos del país trasandino. Sin embargo, hoy pide monedas en el metro de Buenos Aires para poder sobrevivir.
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«Tengo que hacer esto porque no tengo plata para comer y comprar los remedios», afirmó Pinetta en una entrevista al canal de cable argentino TN y contó que todas las tardes se acomoda en un banquito y extiende la mano para recibir la ayuda de los pasajeros que entran servicio de transporte público.
El periodista destapó uno de los escándalos de corrupción durante el período presidencial del ex presidente Carlos Menem: el contrato informático IBM-Banco Nación.
Santiago Pinetta denunció robo al estado x 250 millones de dls. IBM-Banco Nación año 1994. Pide limosna en
Subte estación C. Gardel RT RT pic.twitter.com/K9lPOAPQPZ— La Solano Lima (@LaSolanoLima) March 9, 2017
El nombre de Pinetta sonaba en cada golpe noticioso acerca de IBM-Banco Nación, quizás el primer caso de corrupción del menemismo que pudo esclarecerse en su casi totalidad, gracias a arrepentidos funcionarios públicos que confesaron haber cobrado millonarias coimas en dólares.
Incluso, el caso es tan relevante, que fue el único en el que se logró recuperar parte de las coimas: siete millones de dólares que, de no haber sido por Pinetta, aún estarían en el bolsillo de varios ex funcionarios del Banco Nación.
La ironía es que más de dos décadas después de la denuncia, con varios personajes elevados a juicio oral, Pinetta de casi 84 años, sin trabajo y con la jubilación mínima, no tiene más alternativa que pedir limosnas.
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De acuerdo a TN, el periodista tiene doble operación de by pass coronario, cataratas en la vista y artrosis en sus rodillas y que no tiene dinero para tratarse como es debido.
Desde 1945 trabajó en diversos medios: Clarín, La Razón, Crítica, El Mundo, la revista Primera Plana desde su fundación y también en radio y televisión. Fue corresponsal de medios extranjeros y autor de El final de un brujo, sobre la Triple A, y de una biografía de Juan Perón.
El periodista, según se constata en la entrevista, está en plenas facultades mentales y la ley argentina le impide al Estado forzarlo a incluirlo en un programa local, del que se niega a participar «por dignidad».
