La economía brasileña, tras dos años de aguda recesión en su economía, ensaya una tibia recuperación que dependerá del curso de la crisis política causada por la corrupción en Petrobras y, ahora tambén, el escándalo de la carne adulterada.
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El gigante sudamericano tiene 13 millones de cesantes, pero en febrero logró la creación de más de 35 mil puestos de trabajo y, además, la mayoría de las previsiones apuntan a que 2017 cerrará con una expansión en torno a 0,5% luego de 11 trimestres con crecimiento negativo (2015 cayó 3,8% y 2016 cayó 3,6%).
En coincidencia con los analistas, el profesor Javier Irarrázaval, de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián (USS), afirma que «Brasil tocó fondo a fines de 2016 y hace unos meses que está empezando un camino de recuperación», siempre y cuando «no se destapen nuevos escándalos políticos de corrupción».
De hecho, técnicamente para que Brasil salga de la recesión bastaría que por un trimestre su PIB crezca.
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Los signos económicos «levemente positivos» que enumera Irarrázaval son:
A corto plazo:
- Inflación a la baja: la inflación en Brasil durante 2016 estuvo bajo la meta del Banco Central de Brasil, en torno al 6,29%, lo que estabiliza en parte los precios y permite considerar una baja de la tasa de interés.
- Tasa de interés a la baja: la tasa de interés, que estuvo subiendo durante 2013, 2014 y 2015 y que se estancó durante gran parte de 2016 en 14,25%, finalmente empezó a bajar a partir de octubre del año pasado, y ya está en 12,25%.
- Mayor consumo esperado: una tasa de interés más baja permite fortalecer el consumo interno, porque el ahorro se torna menos atractivo como alternativa de uso de dinero o bien el endeudarse resulta más barato que antes.
- Aceleración del crecimiento mundial y de sus socios comerciales: sus principales socios comerciales (tanto en exportación como en importación) son China, EEUU y Argentina, en ese orden. Los tres tienen buenas perspectivas para 2017.
- Precios de materias primas: los precios del hierro, soja y petróleo, los principales productos de exportación de Brasil, han subido sus precios internacionales fuertemente desde octubre del 2016 a la fecha.
- Aprobación de reforma fiscal: aprobación en diciembre de 2016 de la reforma constitucional que pone un techo al gasto del Estado por los próximos 20 años, lo que posibilitará el equilibrio fiscal. Esto es visto de manera positiva por el mercado.
- Apreciación del real: la moneda brasileña se ha apreciado en los últimos meses (de un peak de 3,5 reales por dólar a principios de diciembre de 2016 a alrededor de 3,1 el último mes). Esto permitiría recuperar las importaciones, que cayeron un 10,3% en 2016.
A largo plazo:
- Los países del Mercosur, en particular Argentina y Brasil, han expresado su doble deseo de flexibilizar la unión aduanera del Mercosur y de evaluar la posibilidad de una mayor integración con los países de la Alianza del Pacífico.