Este 2017 se acrecentó la crisis de la Universidad de las Artes y las Ciencias Sociales (Arcis) por problemas financieros, que terminaron con un cierre definitivo de la casa de estudios y la reubicación de los estudiantes en otros planteles académicos, situación que también viven los ocho alumnos que quisieron ingresar a la universidad este año, a pesar de conocer los conflictos.
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Rodrigo González tiene 28 años y a partir del 27 de marzo tendría que haber empezado las clases en la carrera de Pedagogía en Matemática y Estadística.
“Estaba en pleno conocimiento que estas cosas estaban pasando, cuando fui a hacer las preguntas correspondientes, a cada rato me ponían al tanto de la situación y me hacían saber que estaban preocupados. Desde mi conversación con la jefa de carrera, pasando por admisión, hasta que me matriculé me hicieron firmar un papel poniéndome al día con lo que terminaría pasando.
Antes de saber de toda esta situación que estaba ocurriendo en la Arcis, llegué acá porque necesitaba encontrar una universidad para convertirme en profesor, pero no podía ser cualquiera, porque necesito estudiar en horario vespertino para trabajar durante el día.
La única opción que encontré viable fue la Arcis, ya que dictaba la carrera de Pedagogía en Matemática y Estadística en el horario que me acomoda y yo cumplía con los requisitos, porque ahora con la nueva ley exigen más puntajes, lo que yo no tengo además que salí hace mucho tiempo del colegio, por eso me matriculé acá.
Desde hace poco me di cuenta que mi verdadera vocación es enseñar, lo descubrí durante el año pasado cuando empecé a dar clases de violín en el colegio Dunalastair de Chicureo, y tomé la decisión que se convirtiera en algo formal.
Antes de hacer clases, estudié cuatro años ingeniería en administración de empresas en la Universidad Arturo Prat, pero me retiré odiando esa carrera, quizás siempre supe que no quería hacer eso para toda la vida.
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Lo mío era algo distinto y siempre lo fue, desde los 16 años practico violín, me he dedicado toda mi vida a eso y tuve la suerte de estudiar licenciatura en música con mención en violín en el conservatorio, pero nunca me atreví a ser profesor.
Ahora que ya tengo mis decisiones claras, me encontré con esto. Fue el lunes de la semana pasada cuando desde la universidad me dijeron “Rodrigo, nosotros nos podemos jugar por la opción que a ti más te convenga” y yo contesté que me sacaran de la carrera.
Sé que hay gente que encuentra ridículo que me haya matriculado, lo critican y dicen “estos cabritos no cachan na`”, pero ellos son los que no cachan na`, primero tienen que informarse de cada una de las historias.
Luego de saber que la Arcis ya cerró y no hay vuelta atrás, ya estoy listo para empezar a tomar clases de lenguaje, matemática y ciencias en el preuniversitario Pedro de Valdivia, siempre en horario vespertino, para poder trabajar.
Cuando terminé el preu, tengo pensado dar la PSU para ahora sí entrar a estudiar pedagogía, y si todo me funciona bien, quiero entrar a la Universidad Católica porque me gusta como institución, siento que es ordenada”.