El Gobierno chino pidió hoy al Ejecutivo brasileño que sea transparente sobre la investigación que está llevando a cabo contra una mafia que adulteraba carnes en aquel país y le instó a tomar medidas más estrictas sobre los alimentos que exporta.
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«Esperamos que Brasil lleve a cabo una minuciosa investigación de manera abierta y transparente e informe a China de los resultados», manifestó una portavoz del Ministerio de Exteriores, Hua Chunying, después de que Pekín decidiera suspender provisionalmente sus importaciones de carne brasileña por el escándalo.
Hua recalcó en rueda de prensa que se trata de una medida «de prevención» y «temporal», pero consideró que es pronto para hablar de la fecha en la que este producto podría volver a entrar en China, uno de los principales destinos de los alimentos exportados por Brasil.
La portavoz instó a Brasilia a reforzar los controles para garantizar la seguridad y fiabilidad de los productos que vende a China y esperó que el problema se resuelva a través de la comunicación entre ambas partes y «medidas más estrictas».
El lunes, el Gobierno brasileño confirmó que informaría a las autoridades chinas de los detalles de la Operación Carne Blanca, que desarticuló una organización criminal integrada por productores e inspectores sanitarios.
Además de China, Corea del Sur, Chile y la Unión Europea también han anunciado suspensiones mientras el Gobierno del presidente Michel Temer trata de limitar el impacto del caso, que ha puesto contra las cuerdas a uno de los sectores más fuertes de la economía del país.