El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que el destino de su país y Chile es estar juntos, pero no para coexistir aislados, sino para convivir como hermanos dando una solución a la demanda boliviana de acceso soberano al mar.
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«Los océanos son patrimonio de la humanidad y por lo tanto ningún Estado puede privar de ese derecho a otro Estado. Nuestro destino inevitable es estar juntos, pero no solo para coexistir aislados, sino para convivir como hermanos», sostuvo el mandatario.
De igual manera, aseguró que «no dudamos ni por un instante que lograremos alcanzar una salida soberana al océano Pacífico»
Morales lanzó el mensaje al conmemorar el Día del Mar y los 138 años de la pérdida de Bolivia de su acceso al mar, tras una guerra con Chile, cuyas tropas ocuparon el litoral boliviano en 1879.
El gobernante también sostuvo que una negociación para solucionar el reclamo de su país de volver al Pacífico debe considerar los intereses de ambas partes para conseguir un resultado «sin vencedores, ni perdedores, pero con soluciones justas».
El discurso de Morales precedió, como cada año en esta fecha, a un desfile sobre todo de unidades militares para dar un homenaje al héroe de la guerra del Pacífico, Eduardo Abaroa, que el 23 de marzo de 1879 dirigió con pocos hombres y armas la primera resistencia a la invasión de las tropas chilenas que comenzó un mes antes.
Bolivia presentó en 2013 una demanda contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, alegando que más de un siglo de diálogo no ha dado soluciones concretas.
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La demanda boliviana pide a la CIJ que obligue a Chile a negociar en firme sobre su demanda y hace dos días presentó ante el tribunal una réplica jurídica para responder a los argumentos chilenos contrarios a la petición del Gobierno de La Paz.
En su discurso, el mandatario también anunció que ha puesto en marcha tres acciones para defender los derechos de su país.
La primera de ellas consiste «en estudiar los mecanismos legales en foros internacionales para hacer respetar los derechos de libre tránsito» en los puertos chilenos y que Bolivia, según dijo, considera que «han sido pisoteados, obstruidos e incluso negados».
Además, Bolivia prepara la refutación de la memoria que Chile presentará el próximo 3 de julio, dentro de un juicio iniciado por el Gobierno chileno para que la CIJ determine que las aguas de la zona fronteriza del Silala son un río internacional y no solo manantiales bolivianos como sostiene La Paz.
«La defensa de Bolivia se basará en el derecho humano al agua y sobre todo en la protección de los derechos de la Madre Tierra», agregó el gobernante en su discurso.
Como tercera acción, Morales dijo que Bolivia no abandonará a los dos militares y siete empleados aduaneros que fueron detenidos el fin de semana en la frontera por carabineros chilenos.
Según La Paz, fue una acción ilegal porque los gendarmes cruzaron la frontera para hacer la detención en medio de un operativo contra el contrabando, mientras que Chile asegura que fueron los bolivianos los que pasaron el límite y trataron de robar nueve camiones.
Este hecho ha vuelto a poner en tensión la relación bilateral entre Bolivia y Chile, suspendida a nivel de embajadores desde 1962, con un breve paréntesis entre 1975 y 1978, a causa de la histórica controversia por el reclamo marítimo boliviano.