Uber, la compañía que conecta a vehículos con conductor con potenciales pasajeros, anunció este martes el cierre de sus servicios en Dinamarca como consecuencia de una nueva ley sobre taxis acordada en este país escandinavo.
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El gobierno de derecha en minoría y los principales partidos de la oposición consensuaron el mes pasado una ley que abre el mercado a otros actores aparte de las compañías de taxis, aunque a la vez obliga por ejemplo a instalar en los vehículos sensores de asiento, taxímetros y cámaras de vigilancia.
«Debemos sacar consecuencias de esa ley que está sobre la mesa, y tal como es ahora, no podemos seguir, tampoco los conductores ni los pasajeros. Por eso hemos decidido cerrar», declaró en rueda de prensa el portavoz de Uber en Dinamarca, Kristian Agerbo.
Uber aludió a la dificultad que supone para los conductores cumplir con las exigencias de equipamiento, ya que usan sus propios coches particulares para el servicio.
La filial danesa de la compañía estadounidense cerrará sus servicios el 18 de abril, fecha en la que cesará el acceso a su aplicación desde este país nórdico, en el que Uber asegura contar con 2.000 conductores y 300.000 clientes.
A pesar del cierre del servicio, que la compañía espera que no sea definitivo, Uber seguirá contando con un centro de desarrollo tecnológico en Aarhus (oeste de Dinamarca).