El novillero Daniel Sánchez Navarrete, herido de extrema gravedad el domingo en la Plaza de Las Ventas, evoluciona favorablemente de las cornadas sufridas en el cuello y en el muslo, aunque puede que tenga que pasar por el quirófano para ser operado en las próximas horas de la fractura de clavícula que padece.
PUBLICIDAD
Así lo manifestó hoy a Efe el cirujano jefe de la Monumental madrileña, el doctor Máximo García Padrós, encargado de la evolución del novillero en el la clínica San Francisco de Asís de Madrid.
Padrós señaló que las heridas que presenta en el cuello y en el muslo están «perfectamente», los drenajes han funcionado también «muy bien» y ahora se encuentra a expensas de ser revisado por los traumatólogos para ver si le operan de la clavícula, fracturada en el mismo percance.
«Es un fractura sin desplazamiento pero muy posiblemente tendrá que pasar por el quirófano para que sea más rápida la recuperación», añadió Padrós.
A pesar de la buena evolución del novillero andaluz, que ha pasado las primeras horas con «febrícula», lo que más preocupa ahora es la cornada en el cuello, «pues hay que esperar una serie de horas porque como contusiona la glándula carótida puede dar lugar a que salgan fístulas y por eso hay que estar muy pendiente, aunque quede claro que está estable y su vida no corre ningún peligro», reconoce.
La cornada del muslo «es extensa», secciona el vasto interno, que es un músculo importante para andar y moverse, además de disecar por completo la vena y arteria poplítea, y el nervio ciático.
Para Padrós, los plazos de recuperación dependerá también de la «propia naturaleza» de García Navarrete, aunque, a su juicio, deberá permanecer en el hospital «cuatro o cinco días más» hasta que le sean retirados los drenajes, y, posteriormente, «un mes o mes y medio no se lo quita nadie hasta que puede empezar la rehabilitación».
PUBLICIDAD
García Navarrete resultó corneado al entrar a matar a su primer novillo, tercero del festejo celebrado ayer en Las Ventas, perteneciente a la ganadería de La Quinta.
El animal se lo llevó por delante en el momento del embroque y, una vez en el suelo, hizo presa con él, hiriéndole en el cuello y en el muslo, entre otras lesiones de consideración.
El novillero sufrió dos cornadas, una en la región cervical derecha que alcanzó la base de la lengua, y otra en el muslo derecho, además de fractura de clavícula izquierda, y erosiones y contusiones múltiples.