Un escenario externo más positivo y la tendencia creciente que muestra la demanda interna son los principales factores para la recuperación del crecimiento hacia adelante, una vez que desaparezca el impacto de eventos transitorios que están afectando las cifras actuales. Así comentó el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, el Informe de Política Monetaria (IPoM) entregado hoy por el Banco Central.
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La autoridad dijo que el recorte en las proyecciones de crecimiento para la economía en 2016 era “relativamente esperado” y se explica debido al impacto de la huelga de Escondida, los incendios y otros factores”.
Sin embargo, la autoridad fiscal destacó que “la demanda interna de Chile -que es lo que al final se siente más en la economía- básicamente no sufre cambios desde un IPoM a otro y sigue teniendo un aumento en su tasa de crecimiento bastante significativo desde el año pasado a este año, lo cual hace augurar que vamos a tener una economía que va creciendo más”.
Añadió que la autoridad monetaria pone el acento en “algo que tenemos que valorar: que la economía está sana, no tiene puntos de tensión que impidan que crezca, que el mundo está un poco mejor y, por tanto, debiera empujar hacia un mayor crecimiento y que la política macroeconómica que seguimos en Chile es seria y va a aportar a ese crecimiento”.
El jefe de las finanzas públicas destacó que otro factor positivo es que las proyecciones del instituto emisor apuntan a que la inflación “se mantenga bajo 3% durante este año y eso es una buena noticia para las familias, en que la inflación es baja en Chile”.
En este sentido, el ministro recordó que “el precio del cobre, de estar cerca de US$ 4 la libra hace algunos años, ha pasado de estar cerca de US$ 2 el año pasado, e incluso por debajo, antes que tuviésemos que hacer un ajuste fiscal. Hemos hecho lo posible para capear estos tiempos complejos de manera sana y creo que el Banco Central lo que hace hoy día es reconocer una vez más eso, que mantenemos una economía que es sana”.
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Rodrigo Valdés dijo que es importante valorar la institucionalidad de Chile, la combinación de un Banco Central autónomo, una economía abierta e integrada, y una regla fiscal que gradualmente hace una disminución del déficit. “Al final, la herencia para nuestros hijos es tener una economía sana, ordenada que no dejamos problemas que están a punto de explotar”, aseveró.
Ante una consulta, el ministro descartó que el recorte en la proyección de crecimiento pueda influir en la discusión de cambios en materia de pensiones.
Enfatizó que el objetivo es hacer una reforma “que dure en el tiempo, que no provoque problemas fiscales, que no sea una carga final para nuestros nietos. Tenemos un problema de pensiones, pero esto no se arregla dejándole problemas a los más jóvenes”.