Las acciones de la tecnológica japonesa Toshiba cayeron 9,37% en la Bolsa de Tokio, esto luego de que el matutino Nikkei, publicara que la empresa, que está sumida en una delicada situación financiera, podría retrasar por tercera vez la presentación de sus hojas de resultados.
El nuevo retraso podría deberse a un desacuerdo con el auditor a cuenta de la investigación que rodea a su maltrecha unidad nuclear estadounidense, Westinghouse Electric, que se declaró en quiebra la semana pasada.
Los problemas en torno a Westinghouse, donde se sospecha que pudo haber manipulación contable para minimizar pérdidas, ya han supuesto que el grupo japonés retrase dos veces los plazos para presentar sus balances de marzo-diciembre, para el cual ha establecido una nueva fecha límite -11 de abril- que podría tener que incumplir de nuevo.
Toshiba ya ha adelantado que prevé registrar unas pérdidas netas para el ejercicio que podrían alcanzar 9.128 millones de dólares (más de 6 billones, 9 mil 500 millones de pesos).
Las cuantiosas pérdidas que acarrea Westinghouse Electric debido a la devaluación de su negocio nuclear en Estados Unidos han obligado a Toshiba a iniciar un proceso de reestructuración que podría incluir la escisión y venta de su unidad de memorias flash, una de sus unidades más rentables.
Además, la declaración en quiebra de Westinghouse deja en el aire la construcción de nuevas centrales nucleares que estaba en marcha en Estados Unidos y en Reino unido.
