La Corte Internacional de Justicia de La Haya fijó como plazo el 3 de julio de 2017 para que Chile presente su memoria en el marco de la demanda contra Bolivia por el uso de las aguas del río Silala, mientras que Bolivia debe entregar su contramemoria un año después, el 3 de julio de 2018.
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Por lo mismo, Chile encargó una serie de estudios y análisis para sustentar su teoría respecto de que el Silala es considerado un curso de agua internacional.
En esta línea, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) que participa en uno de los estudios técnicos que sustentan la posición de la Dirección Nacional de Fronteras y Límites del Estado (DIFROL), del Ministerio de Relaciones Exteriores, dio a conocer un informe en el que la teoría boliviana,de que Chile habría desviado artificialmente el curso de agua quedaría descartada.
El trabajo científico-técnico, liderado por una comisión de expertos de Chile, es realizado por variadas instituciones, entre las que se encuentra Sernageomin. Esta asesoría contempla la revisión de investigaciones anteriores y datos históricos, y la realización de estudios destinados a obtener nueva información, referida a monitoreo de precipitaciones, flujo de agua, evaporación, dinámica de las napas del subsuelo en relación con el agua superficial, entre otros.

Al respecto, el hidrólogo británico Howard Weather, renombrado experto internacional en materia de aguas, quien asesora la posición del Estado chileno, ha detallado que «el equipo científico está conformado por cerca de 20 personas. Tenemos 10 o 12 científicos, representantes de diferentes disciplinas, que trabajan en el lugar. Además tenemos mucha colaboración con agencias de gobierno, como Sernageomin, que ha sido un socio clave en interpretar la geología».
En esta línea, el director nacional (S) del Sernageomin, Mario Pereira, explicó que tras el análisis se determinó que la formación del curso fluvial actual tiene sus inicios hace unos 11.500 años, pero hace unos 4 millones ya existía un valle con un drenaje de este a oeste.
“Como se sabe, el Estado de Bolivia aduce que el río fue artificialmente encausado hacia Chile, mientras que el Estado de Chile señala que este cauce siempre ha sido un río internacional, que nace en Bolivia y fluye naturalmente hacia Chile. Ante esta disyuntiva, la contribución técnica de las Ciencias de la Tierra es muy gravitante, porque permite establecer la estructura y evolución de la cuenca, muchísimo tiempo antes de la presencia humana. Las metodologías desarrolladas por el servicio, como por ejemplo química de sedimentos, de agua, y geomorfología, entre otras, pueden aportar antecedentes críticos para dirimir”, sentenció Pereira.