Hace algunos días el New York Times publicó una columna de Stephanie Coontz, historiadora de la Universidad de California, donde señalaba que «plantear que los millennials eran una generación pro igualdad de género era algo errado». Por el contrario, Coontz plantea que la generación nacida entre 1982 y 2000 está volviendo a elegir un modelo donde el hombre es proveedor y la mujer se preocupa del hogar y la familia. Este fenómeno no sería algo que solo ocurre en Estados Unidos, sino que también estaría ocurriendo en nuestro país, según expertas consultadas por Publimetro.
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El regreso de la familia convencional
El modelo de familia en que el hombre es el proveedor y la mujer es quien lleva a cabo las tareas del hogar y del cuidado de los niños se está volviendo a instalar. Un estudio realizado por los sociólogos Joanna Pepin y David Cotter, sobre el comportamiento de los jóvenes desde 1977 hasta el día de hoy señala diferencias en cuanto al apoyo del modelo «clásico».
Ejemplo de ello es que en 1994, sólo el 42% de los jóvenes del último año de preparatoria estaban de acuerdo con que «el mejor modelo de familia era aquel en que el hombre es el principal proveedor, y la mujer la encargada de la casa». En cambio en el mismo estudio repetido en 2014, la cifra de jóvenes de acuerdo con este modelo aumentó a un 58%. Es decir, más de la mitad de los jóvenes está de acuerdo con que la mujer se dedique exclusivamente a las tareas del hogar y la crianza de los hijos.
La realidad en Chile
Conversamos con Nicole Tornel, socióloga de la Universidad Central, sobre si este modelo o cambio se replica en nuestro país. «Si, en nuestro país esto también está ocurriendo, por diversos motivos», señaló la experta. «Primero, no existen las redes necesarias para cumplir con las tareas de manera equitativa. El post natal compartido es un avance, pero a la mujer se le paga menos porque se asume que es la que se ausenta cuando los hijos se enferman y finalmente es la que se lleva toda la responsabilidad», señaló la socióloga, agregando que «hasta que no cambiemos las normas y se entienda que tanto la casa como los hijos con tareas de ambos, me hace todo el sentido que los ‘millenials’ estén optando por una pareja que sea dueña de casa».
Nicole Tornel explicó a Publimetro que el fenómeno de apoyar a «la familia convencional» podría explicarse por lo complejo que se torna para las mujeres salir a trabajar. «Los millenials en general no se están casando, precisamente porque si lo hacen se vienen todos estos problemas. Tanto el hombre como la mujer quieren desarrollarse profesionalmente, pero ¿quién cuida a los niños?», la socióloga plantea que esta dificultad se debe a que la cobertura de las redes de jardines infantiles no son suficientes, que no hay incentivos y que además los hombres aún siguen ganando más que las mujeres, por lo que al llegar a casa no están dispuestos a cumplir «doble jornada» y encargarse también de las tareas del hogar.
El modelo la super mamá
Ahondando más en las razones de por qué este fenómeno se está instalando en nuestro país, conversamos también con la sicóloga Sofía Fiedler de la Universidad del Pacífico. Para Fiedler, son varios los factores que llevan a los millennials a optar por esta postura. Uno de ellos, es haber visto la «infelicidad» de la generación anterior, concepto que también es abordado por Coontz en su columna. «Si una pareja millenial vio que sus padres trabajaban ambos y no vivieron una vida familiar plena, es posible que estén buscando en el nuevo grupo familiar que están construyendo, hacer una diferencia. Y para eso, necesitan una mamá más presente», sin embargo, Fiedler plantea que así mismo hay parejas que pueden estar optando por desarrollarse como profesionales por sobre el tiempo familiar por la misma razón: la búsqueda personal de la felicidad.
«Los millenials son muy individualistas, y viven en un cambio constante. Por eso, por lo general no se están casando, porque también es complejo para ellos pensar en algo a futuro y estable», frente a esto la sicóloga plantea que esta preferencia por buscar una pareja «dueña de casa» puede ser un factor para encontrar estabilidad. «La mujer tiene que cumplir dos roles, como una super mujer y una super mamá, que se preocupa de la casa, los hijos y además trabaja, cuando en realidad las tareas deberían ser compartidas», agregó Fiedler.
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Trabajar versus criar
Aparte de la falta de políticas públicas, hecho que reafirman tanto Tornel como Fiedler, la sicóloga de la Universidad del Pacífico agrega que también existe un fenómeno de discriminación entre mujeres. Es cosa de revisar las redes sociales para observar que hay grupos que defienden la lactancia y el apego hasta los dos o incluso tres años de edad, criticando a aquellas madres que trabajan y dejan el cuidado de sus hijos a terceros, así como también hay otras agrupaciones que defienden la libertad de la mujer para trabajar, lo que no quita el inmenso cariño que pueden sentir por sus hijos, pero defendiendo que la mujer primero «es mujer» y luego madre.
«No quiero criticar ni una, ni otra postura. Pero esta discusión se da, y constantemente. En los últimos años se ha instaurado incluso una suerte de moda donde se señala que la madre debe dedicarse a tiempo completo a su hijo, por años. Con lactancia exclusiva, apego a través de mecanismos como cunas de cohecho y otros, donde claramente sería incompatible desarrollado una jornada laboral completa», dijo la experta a Publimetro. «Este modelo molesta a las millenials, porque son personas independientes, que quieren desarrollarse como profesionales. El problema es que los hombres millenials buscan lo mismo, entonces ante el problema de ‘quien cuida a los niños’ me hace sentido que se esté retrocediendo hacia el modelo más conservador», concluye la profesional, recalcando si, que en su mayoría los millenials hoy evitan establecer relaciones de alto compromiso como el matrimonio.
