Una agente de la Guardia Civil ha pedido que se active el protocolo de acoso laboral por la actuación de un teniente que impulsó que la expedientaran por ausentarse unos minutos de su puesto de vigilancia para ir al baño porque le había bajado la menstruación de forma imprevista.
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Los hechos ocurrieron precisamente el pasado 8 de marzo, Día de la Mujer, cuando estaba destinada a la vigilancia a bordo de un coche patrulla en el Consorcio de Barcelona, según ha relatado a Efe el abogado de la agente, Antonio Suárez-Valdés.
Según el letrado, cuando la guardia volvió del cuarto de baño se encontró con un teniente de quien recibió gritos y amenazas porque se había movido de su puesto, pese a que ella le explicó que se había visto obligada a ir al cuarto de baño para ponerse una toallita higiénica.
«A mí no me cuentes milongas, vas al baño antes o después del punto de control pero no durante», le reprendió el teniente, según el diario El País, que hoy adelanta la información.
La mujer, al considerar que había recibido un trato injusto, pidió a su jefe de turno hablar con un superior y le enviaron con el teniente con el que había tenido el problema, aunque finalmente pudo contactar con un capitán, que a juicio del letrado no ha atendido debidamente sus reclamaciones.
Una semana más tarde el teniente dio parte de que la guardia había abandonado sus labores de vigilancia, lo que motivó que le abrieran un expediente por el que podría ser sancionada a cuatro días sin sueldo, según el abogado.
La agente decidió entonces pedir al instructor del expediente, un oficial de la Comandancia de Barcelona, que activara el protocolo de acoso laboral, lo que aún no se ha producido.