- Los premios Avonni cumplieron 10 años ¿cómo ves que ha evolucionado la innovación en Chile desde esa fecha? ¿Vamos por buen camino?
Sí, yo creo que vamos por buen camino. Creo que han pasado fenómenos bien interesantes, como que hemos logrado instalar la innovación como concepto, fuera de los lugares donde habitualmente uno la escuchaba, como en laboratorios, empresas privadas. Quizás el concepto no está del todo claro, pero sí hemos logrado instalar que la innovación es algo importante y que es algo que antes no ocurría. Como hemos logrado eso, también se han generado políticas que han facilitado que la innovación ocurra.
PUBLICIDAD
- ¿Qué falta entonces para dar un paso más y que las personas sientan que la innovación es importante para el país?
Aquí hay dos temas y que tienen que ver con nuestra idiosincrasia que es una construcción de estima general sólida, o sea, tendemos a creernos menos el cuento, que lo que nosotros hacemos nunca va a ser suficiente y eso lamentablemente como que está en nuestro imaginario colectivo, y por otro lado siento que nosotros mostramos ejemplos constantemente y creemos que eso ayuda a incentivar el refuerzo positivo y de qué estamos haciendo bien o en qué estamos fallando, pero eso mismo me ha llevado a darme cuenta que qué cosa se podrían hacer en pro de la innovación, el énfasis ha estado puesto en las políticas públicas vinculados al desarrollo económico. Sin embargo, hay una parte que no hemos hacer del todo bien y que tiene que ver con nuestras problemáticas país que tiene que ver con igualdad, educación y cómo tú instalas en sociedad que la innovación con la tecnología. Los países con los mejores índices de innovación han desarrollado sociedades basadas en el conocimiento.
- ¿Y cómo percibes que el mundo ve a Chile en cuanto a la innovación?
Nos ven súper bien, pero sucede que si uno pensara que el mundo es un curso nosotros caemos en el juego de que somos el mateo que nos creemos poco el cuento, somos súper castigadores con nosotros mismos y eso pasa porque también nos falta ser más solidarios con nosotros mismos, que no tiene que ver con la tragedia, sino que con el día a día y eso también tiene que ver con lo que te decía de la igualdad. Uno puede innovar cuando tiene tiempo para pensar, equivocar, hay muchos valores que deben considerarse y claro, hay ciertas personas que pueden darse más ese permiso que otras.
- ¿Crees que es cierto que en Chile la innovación está muy ligado a lo económico? ¿Qué siempre hay que demostrar resultados?
Sí, estoy de acuerdo con eso. Pero el decirte que sí es simplificar todo, porque hay ciertos factores que no se consideran a la hora de hacer los diagnósticos. Sucede que nosotros necesitamos encasillar las cosas, para nosotros es más fácil que nos digan a regla a crearla o victimarnos en vez de hacer algo al respecto. Entonces bajo esa lógica, eso de ligar la innovación con la economía quizás tuvo que ver con una estrategia al principio para que la innovación (…) al principio hubo un combate de mostrar la innovación no como una buena idea, la gente relacionaba la innovación con ser creativo, pero desde la óptima económica está el ver a la innovación como algo para generar valor. Es como pensar ‘quiero crear una bicicleta de cinco ruedas’, pero que te digan ‘no, quiero que desarrolles una innovación que genere impacto, que genere un modelo de negocio’, ahí se fue a lo económico, pero eso también es un problema, porque coarta el incentivo de la innovación.
PUBLICIDAD
- ¿Qué falta para que la innovación ayude al país a dar el paso al desarrollo? ¿Para que tenga un rol en las exportaciones de recursos naturales de Chile?
Creo que en el desarrollo de nuestros productos naturales, aunque no lo creas, sí hay innovación y muy potente, ahí no está el problema. Sé que se conversa mucho de hasta cuándo vamos a ser un país sólo explotador de commodities, yo creo que el tema no está ahí, porque si ves los países que lideran en innovación, todos han explotado sus materias primas, pero lo que sí han sido capaces de hacer es buscar problemáticas globales han metido mucho conocimiento y han generado soluciones. Entonces, en Chile hemos logrado entender el valor de la innovación, pero no pensar en global todavía, seguimos pensando en el mercado y los productos locales, cómo hacer más eficiente a las forestales o la minería, que también, pero las cosas están cambiando a tal nivel que por qué no nos sentamos a pensar en qué queremos liderar nosotros independiente de lo que diga el mercado global.
- Finalmente ¿cómo se hace para que la gente de a pie valore y se dé cuenta de lo que le puede servir la innovación?
Se debe acercar la innovación a ejemplos concretos, y para eso hay que saber en qué está hoy la gente, qué cosas le interesan.