En medio de la Segunda Guerra Mundial Chile siempre fue simpatizante del bloque aliado. Mientras otras naciones como Argentina mantuvo una neutralidad por gran parte del conflicto, ante la influencia alemana en tierras transandinas, La Moneda rompió relaciones con La Alemania nazi y la Italia fascista en 1943.
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Pero con Japón el rompimiento recién llegó en marzo y respondió a presiones políticas. En 1945 el Imperio Japón estaba derrotado. Las fuerzas niponas habían perdido toda capacidad naval y los bombardeos sobre Tokio ya habían iniciado.
La suerte del imperio japonés estaba definida, sin embargo, La Moneda decidió declarar en febrero de 1945 Estado de Beligerancia y luego el 12 de abril de 1945 endureció esta postura y el Presidente de la República, Juan Antonio Ríos, formó el decreto en que Chile declaró la guerra Japón.
La razón de este endurecimiento del gobierno chileno responde a una exigencia para poder ingresar a la recién Organización de Naciones Unidas, donde se demandaba que Chile asumirá una postura fuerte y clara contra todos los integrantes del Eje Berlín, Roma y Tokio.
Hace ya 72 años de la última declaración de guerra que ha votado el Congreso de Chile y luego firmado un Presidente de Chile. El técnico de ese histórico decreto es el siguiente:
- Artículo 1°.- El Presidente de la República, en nombre del Gobierno de Chile, reconoce y declara el estado de guerra con el Gobierno Imperial del Japón.
- Artículo 2°.- Los Ministerios del Interior, Relaciones Exteriores y Defensa Nacional, dictarán y cursarán, de conformidad a sus respectivas atribuciones legales, las disposiciones complementarias que correspondan.
- Artículo 3°.- El presente decreto será firmado por todos los Ministerios de Estado, Juan Antonio Ríos (Presidente), Alfonso Quintana Burgos, Arnoldo Carrasco, Joaquín Fernández, Alejandro Tinsly, Santiago Labarca, Enrique Marshall, Eugenio Puga Fischer, Gustavo Lira, Manuel Casanueva, Mariano Bustos, Sótero del Río.
Las relaciones con Japón, ya finalizada la guerra se normalizaron en 1950, cuando nuevamente ambos países intercambiaron embajadores.