La Fiscalía alemana pidió este jueves prisión para el iraquí detenido ayer luego del atentado contra el equipo de futbol Borussia Dortmund por haber combatido presuntamente en las filas del Estado Islámico (EI) en Irak, aunque admitió que no han encontrado ninguna prueba que demuestre que participó en el ataque del pasado martes.
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«El acusado fue detenido ayer temporalmente en relación con el atentado al autobús del equipo de fútbol Borussia Dortmund. Las investigaciones no han arrojado por el momento ninguna pista de que el acusado participara en el atentado», manifestó la fiscalía.
Sin embargo, agregó la Fiscalía, el hombre es sospechoso de haber militado en el EI y de haber dirigido en Irak una unidad de unas diez personas, encargada de preparar «secuestros, extorsiones y también asesinatos».
Según los investigadores, Abdul Beset A. llegó a combatir con el EI; en marzo de 2015 viajó a Turquía y a comienzos de 2016, a Alemania.
El acusado, que era el único detenido por el ataque al Dortmund, será llevado hoy ante el Tribunal Supremo, que debe decidir su ingreso en prisión.
La Fiscalía había informado ayer de que investigaba como un atentado «terrorista» el ataque con tres artefactos explosivos contra el autobús del Dortmund y que las fuerzas de seguridad tenían en su punto de mira a dos sospechosos del «espectro islamista», cuyas viviendas habían sido registradas, aunque sólo se detuvo a Abdul Beset A.
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La principal pista sobre un posible trasfondo yihadista son los tres textos iguales que se hallaron en el lugar de los hechos, en los que se pedía a Alemania que retirara los aviones Tornado que participan en la misión militar en Siria y cerrar la base aérea estadounidense de Ramstein (suroeste de Alemania).
La Fiscalía explicó que en una página de internet de extrema izquierda también se ha reivindicado el ataque, pero precisó que los investigadores tenían «dudas considerables» sobre la veracidad de ese mensaje.