El Pentágono confirmó este jueves que el Ejército de Estados Unidos utilizó por primera vez en un conflicto la llamada «Madre de todas las bombas» contra un complejo de túneles del Estado Islámico en la provincia de Nangarhar en Afganistán, en las cercanías de la frontera de dicho país con Pakistán.
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El artefacto lanzado es el GBU-43 Massive Ordnance Air Blast (MOAB), un gigantesco proyectil que pesa cerca de 10 toneladas y la cual fue diseñada para destruir complejos de cuevas y túneles subterráneos.
Mediante un comunicado, el Pentágono señaló que «el bombardeo estaba diseñado para minimizar el riesgo para las fuerzas afganas estadounidenses que realizan operaciones sobre el terreno en esa zona, al tiempo que se maximiza la destrucción de combatientes e instalaciones del EI-Jorasán».
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El comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, el general John W. Nicholson, señaló por su parte que «esta es la munición adecuada para reducir los obstáculos y mantener el ritmo de la ofensiva contra el EI-Jorasán».
Este acto es el segundo ataque de peso efectuado por Estados Unidos bajo el mandato de Donald Trump luego que siete días atrás, el pasado 7 de abril, el país norteamericano lanzara 59 misiles Tomahawk contra Siria.
Dicha arremetida fue justificada por la administración del líder conservador como una respuesta tras el ataque químico de Bashar Al-Assad contra un grupo de civiles. «Usando un agente nervioso mortal, Al-Asad ahogó la vida de hombres, mujeres y niños. Fue una muerte lenta y brutal, incluso hermosos bebés fueron cruelmente asesinados», señaló el mandatario desde China al comentar el ataque estadounidense.
De esta manera, en siete días la administración de Trump lanzó dos ataques de nivel, justo en momentos que el portaaviones USS Carl Vinson fue enviado a aguas cercanas de Corea del Norte.
El país liderado por Kim Jong-un fue justamente uno de los primeros en repudiar el ataque norteamericano en Siria, señalando que «el ataque de misiles de EE.UU. contra Siria es una clara e imperdonable agresión contra un Estado soberano que nosotros condenamos de manera enérgica».
Esta jornada además se informó que Pyongyang estaría lista para realizar prontamente su sexta prueba nuclear. Ante esto, el canciller surcoreano Yun Byung-se advirtió que «el Consejo de Seguridad de la ONU ya tiene activados dos contundentes paquetes de sanciones contra Corea del Norte y, tal y como han debatido recientemente EEUU y China, se tomarían medidas adicionales difíciles de soportar para Corea del Norte».