El régimen norcoreano reunió el sábado en Pyongyang unidades militares para una demostración de fuerza con ocasión del 105º aniversario del nacimiento de Kim Il-Sung, fundador de Corea del Norte, cuyo programa nuclear ha provocado crecientes tensiones internacionales.
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Cientos de camiones plataforma repletos de soldados se alineaban poco antes del amanecer a lo largo de las orillas del Taedong, el río que cruza la capital norcoreana, antes de un desfile por la ciudad.
Además de la celebrar el «Día del Sol», el nombre oficial del día del nacimiento de Kim Il-Sung (15 de abril de 1912 – 8 de julio de 1994), abuelo del actual dirigente nororeano, Kim Jong-Un, el país comunista, aislado de la escena internacional, pretende enviar un mensaje a Estados Unidos, Corea del Sur y Japón sobre su poderío militar.
Según numerosos observadores, Corea del Norte podría aprovechar esta fecha señalada para realizar, el sábado, un nuevo disparo de misil balístico o, incluso, su sexto ensayo nuclear, ambos ejercicios prohibidos por la comunidad internacional.
En una declaración difundida el viernes por KCNA, la agencia de prensa oficial de Corea del Norte, el ejército aseguró que las bases estadounidenses de Corea del Sur, «igual que los barrios generales del Mal», en referencia entre otras a la presidencia surcoreana en Seúl, serían «pulverizadas en pocos minutos» en caso de guerra.
El presidente estadounidense, Donald Trump, prometió el jueves que el «problema» norcoreano sería «tratado». Anteriormente, había anunciado el envío de un portaaviones escoltado por tres navíos lanzamisiles hacia la península coreana, y después aludió a una armada con submarinos.
«Estamos enviando una armada. Muy potente», añadió Donald Trump el martes durante una entrevista en el canal Fox Business Network.
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“Preparado y listo”
China, considerada como única aliada de Corea del Norte, advirtió que un «conflicto podría estallar en cualquier momento» y repitió que «el diálogo es la única salida». Sin embargo, Pekín se opone al programa nuclear con objetivos militares de Kim Jong-un, aunque pide regularmente prudencia a Estados Unidos en esta cuestión.
Las autoridades chinas abogan por una solución en la que Corea del Norte abandone sus pruebas nucleares y balísticas a cambio de que Estados Unidos y Corea del Sur detengan sus ejercicios militares en la región, algo que Washington rechaza.
Por su parte Rusia dijo también estar «muy preocupada» y pidió «moderación a todas las partes para evitar «cualquier acción que pueda ser interpretada como una provocación», declaró el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov.
Los expertos militares observan con atención estos desfiles en búsqueda de elementos que permitan saber más sobre los programas militares de Pyongyang.
Jeffrey Lewis, experto del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales señaló que iba a estar atento a cualquier indicio de que Corea del Norte tenga un nuevo misil balístico intercontinental. «Podría haber algunas sorpresas», dijo.
Según un informe de los analistas de «38 North», un sitio web de referencia sobre el régimen de Pyongyang, el sitio de pruebas nucleares Punggye-ri, en el norte del país, está «preparado y listo» para un ensayo.