Julian Low no es un simple fan de Dragon Ball Z como existen muchos en el mundo. Para él, era algo más que un simple dibujo animado que veía en el televisor: era su vida.
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A tanto llegó la obsesión del hombre que tomó una decisión ante las burlas que recibía por su aspecto debilucho, convertirse en su personaje favorito: Trunks.
Para esto, gastó más de 15 mil dólares (poco más de 9,7 millones de pesos) en operaciones para quedar lo más parecido posible a él.
«En escuela era como un soñador, o muy distraído. Me costó muchas burlas. Me veían como debilucho, mucho de lo que viví me lo guardé y podría decir que Dragon Ball fue mi escape», relató Low.
Por este motivo, además del gasto en dinero, en los últimos tres años comenzó a entrenar y a mejorar su alimentación para tener aspecto de guerrero, para así caminar por la vida como si fuera la verdadera personificación en carne y hueso de Trunks.