Para bien o mal el fantasma del fallido Censo de 2012 estuvo presente durante toda la jornada de ayer. La paralización total que existió en el país, el masivo despliegue de «voluntarios», la cobertura mediática y la propia experiencia ciudadana relatada en redes sociales, puso la lupa en que no se repitiera la historia y se tiraran a la basura los 50 mil millones de pesos que costó al Estado el proceso, lo cual se suma a la pérdida económica en productividad por declararse feriado irrenunciable este miércoles.
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En ese sentido, los fantasmas fueron rápidamente disipados por la ministra vocera de Gobierno, Paula Narvaez, la cual calificó de «ejemplar» el procedimiento y valoró “la buena disposición de los millones de chilenos que abrieron las puertas de sus hogares al Censo 2017”.
No obstante, en hechos prácticos, dado que lo estadístico será evaluado al conocerse los resultados en agosto y diciembre próximo, el Censo 2017 no logró completarse en un sólo día. Sin embargo, la autoridad aseguró que se trato de sectores «puntuales» a los que no se pudo llegar.
«En esos casos nosotros vamos a llegar a sus viviendas con personal INE identificado y personal de los municipios porque el trabajo realmente continúa», indicó la directora del Instituto Nacional de Estadística (INE), Ximena Clark.
Además, dentro del proceso de corrección que se vivirá a partir de ahora, la autoridad anunció que las personas que no fueron censadas podrán hacerlo en Internet.
«Este viernes vamos a instalar una plataforma web, se podrá responder el censo en línea. Será un piloto de lo que podría ser un censo del futuro», explicó Clark.
Agresiones a censistas
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De los 520 mil personas que participaron como censistas, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, señaló que 68 se vieron afectados por 50 hechos de seguridad pública.
«Sólo tuvimos 50 hechos ligados a orden público: 38 a seguridad pública, seis de orden público y seis de tránsito», sostuvo.