- Gerente General de Ruvix – @stricio
Dentro de las diferentes decisiones financieras que las personas toman día a día, una de las más importantes siempre ha sido la solicitud de crédito, por la posibilidad que otorga a las familias de comprar bienes de alto valor como una propiedad o un auto.
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En lo que va del año, el Banco Central de Chile ha bajado las tasas de interés en 3 oportunidades al actual 2,75%. Recordemos que la Tasa de Política Monetaria (TPM) es la tasa de interés de referencia, que guía el comportamiento de los bancos comerciales a entregar ofertas de crédito. Sin embargo, a pesar de la disminución en la tasa de interés, de acuerdo a la “Encuesta sobre Créditos Bancarios del primer trimestre”, realizada por el Banco Central, se observa que la oferta de crédito a hogares, se mantiene restrictiva, tanto para créditos de consumo como créditos hipotecarios. Es decir, a pesar de las disminuciones en la tasa de interés de referencia, los bancos siguen reacios a aumentar su oferta de créditos, y por consiguiente, a entregar tasas de interés más bajas.
En este contexto y respondiendo a la pregunta inicial, si es un buen momento para pedir un préstamo, es necesario tener en cuenta que a las personas que tienen una situación financiera sólida, con bajos niveles de endeudamiento, estabilidad laboral y un buen comportamiento como deudor, es posible que en estos momentos pueda tener acceso a interesantes ofertas de crédito. De hecho, en la actualidad, cuando se cumplen estas condiciones, hemos visto una disminución importante en las tasas de interés hipotecarias. Por el contrario, en lo que respecta a créditos de consumo, aún no hemos visto un traspaso significativo a menores tasas de interés.
En virtud de lo comentado anteriormente, es muy importante comprender que la situación financiera personal y familiar, va cambiando constantemente y por la misma razón, debemos planificar nuestras solicitudes de crédito.
Lo que habitualmente ocurre, es que cuando tenemos necesidades financieras, aceptamos lo primero que nos ofrecen y en muchas ocasiones, precisamente es la menos conveniente. En cambio, si cumplimos las exigencias bancarias y podemos aprovechar una buena oportunidad, es mejor esperar el mejor momento.
En ese sentido, consideramos que en la segunda mitad de este año, deberíamos ver condiciones financieras mucho más favorables, escenario atractivo para tomar nuevos créditos con mejores tasas de interés y eventualmente consolidar deudas.