Un caza F-18 se estrelló cuando intentaba aterrizar en el portaaviones USS Carl Vinson, que EE.UU. mandó recientemente a la Península de Corea, aunque el piloto consiguió activar el sistema de eyección desde la cabina y salir indemne, informó hoy la Séptima Flota de Estados Unidos.
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El USS Carl Vinson y su grupo de ataque estaban realizando ejercicio aéreos rutinarios en el Mar de Célebes, cerca de Filipinas, cuando el avión se aproximaba a la cubierta del navío para aterrizar.
El piloto activó el sistema de eyección y fue rescatado inmediatamente por un helicóptero.
La Armada estadounidense investiga el accidente, del que no dio más detalles, pero el piloto parece no tener heridas de consideración.
El USS Carl Vinson, de propulsión nuclear, y su grupo de ataque tomó reciente rumbo norte desde el Océano Índico para situarse en el Mar de Japón (Mar del Este) como medida de disuasión ante Corea del Norte, que ha realizado varias provocaciones con pruebas de misiles.
La ruta del portaaviones estaba siendo analizada con lupa, después de que la Administración del presidente Donald Trump asegurara el 9 de abril que se dirigía a aguas cerca de Corea del Norte para demostrar su compromiso con la seguridad en la región.
No obstante, esta semana se supo que el portaaviones, que va acompañado de dos destructores, había tomado primero rumbo a Australia desde Singapur, retrasando el sugerido rumbo norte en más de una semana, algo que ha sido criticado por el Congreso estadounidense y la prensa surcoreana.