El directorio de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) eligió esta tarde a su nueva mesa directiva, la que será presidida por Ricardo Ariztía de Castro por los próximos dos años. Como primer vicepresidente fue electo José Antonio Galilea Vidaurre y como segundo vicepresidente Recaredo Ossa Balmaceda.
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El nuevo líder del gremio planteó que trabajará para fortalecer el rol de la agricultura en el desarrollo del país y en el posicionamiento de Chile en el mundo. “Queremos demostrar que la agricultura es mucho más que un simple número que exporta 15 mil millones de dólares anuales. Que nuestra voz esté presente, aportando desde la experiencia y contribuyendo al crecimiento del país”, destacó.
Ariztía de Castro cuenta con una amplia trayectoria gremial: ya había sido presidente de la SNA entre 1997 y 1999, quien
luego pasó a mandatar la Confederación de Producción y Comercio (CPC), que reúne a los gremios empresariales más importantes del país.
Durante este liderazgo, fue famosa una frase que le dijo al entonces presidente Ricardo Lagos durante el encuentro Enade 2001: “Por favor, déjenos trabajar tranquilos”.
Además, el empresario lideró la Federación de Productores de Fruta (Fedefruta).
De profesión agrónomo, Ariztía de Castro ha incursionado exitosamente en fruticultura, vinicultura y ganadería. En 2010 asumió como director nacional del Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (Indap), durante el gobierno de Sebastián Piñera.
Desafíos de SNA
El resto de la mesa quedó conformada por José Miguel Stegmeier Schmidlin; Gastón Caminondo Vidal; María Inés Figari Barrera; Juan Sutil Servoin; Martín Arrau García-Huidobro; Aurelio Montes Baseden; Luis Schmidt Montes; Christian Arntz Mac-Evoy; Rodrigo Lavín Christoph; y Mario Pablo Silva Silva.
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El nuevo presidente de la SNA, planteó que concentrará esfuerzos “en fomentar la capacitación y productividad en beneficio de los trabajadores del sector así como también hacer realidad el Estatuto del Trabajador Agrícola que tiene que hacerse cargo de la permanente adaptabilidad que requiere el agro”.
“El gremio continuará participando activamente en corregir la reforma al Código de Aguas a fin de resguardar la certeza jurídica y el patrimonio más preciado de un agricultor: el recurso hídrico”, agregó.
Ariztía, además, sostuvo que trabajará porque se revitalice la preocupación por la violencia en regiones del sur, la que no cede y se ha radicalizado en los últimos años. “Queremos contribuir desde nuestra experiencia, pues sobre la base del diálogo y trabajo conjunto se pueden lograr grandes avances, soy testigo que el diálogo es posible”, dijo.
En materia institucional, se comprometió a fortalecer la representación del gremio en regiones, profundizar los espacios de comunicación y buscar fórmulas que permitan dar mayor participación a medianos y pequeños agricultores. “Nuestro objetivo es aunar fuerzas y relevar el rol de la agricultura como motor de desarrollo en regiones y como una fuente de crecimiento y trabajo para miles de familias en Chile”, concluyó.