La robot humanoide china Jia Jia concedió su primera entrevista en inglés a un medio foráneo, la revista tecnológica «Wired», aunque el diálogo fue poco fluido y sus respuestas, escasas, cuando no ininteligibles.
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Kevin Kelly, experto en inteligencia artificial y cofundador de la prestigiosa revista de San Francisco (EEUU), realizó la entrevista por Skype, mientras Jia Jia, vestida y peinada como una princesa tradicional china, intentaba contestar las cuestiones sin demasiado éxito, en un diálogo transmitido en directo por la agencia oficial Xinhua.
«¿Puedes decirme tu nombre, Jia Jia?», fue la primera pregunta que hizo Kelly, a lo que la robot china respondió «Quizá», mientras que a la cuestión de quién era el actor chino más famoso se limitó a decir que «no lo sabía».
La robot finalizada en 2016 después de tres años de trabajo, que a principios de este año participó en unas conferencias tecnológicas en Shanghái y mantuvo un «encuentro» con el ex primer ministro británico David Cameron, quedó callada ante muchas preguntas.
Y en otras ocasiones contestó frases sin sentido o interrumpió las cuestiones, ante la desesperación de Kelly.
La entrevista fue seguida por varios miles de internautas, que ante los problemas de Jia Jia señalaron que la robot china está aún muy lejos de igualar a inteligencias artificiales ya popularmente utilizadas, como Siri de Apple o Alexa de Amazon.
Hubo más de uno que recomendó que Jia Jia vuelva a ser programada, después de que incluso dijera «fallo de red», en medio de la entrevista, con su robótica voz.
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Chen Xiaoping, líder del equipo que desarrolló a Jia Jia en la Universidad de Ciencia y Tecnología de China (Hefei, este del país, donde la robot realizó la entrevista), aseguró que los problemas se habían debido al retraso con el que llegaban las preguntas al robot a través de Skype.
Cierto es que la robot china interactuó algo mejor, también en inglés, con una periodista de Xinhua que le hizo otra pequeña entrevista en el mismo recinto, no a través de Skype.
Cuando la periodista china se interesó por su edad, Jia Jia incluso bromeó y aseguró que «era un secreto», y ante las cuestiones de si era la más bella del mundo o un ser súper inteligente, reaccionó con un parco «quizá».
También reconoció que no le gustaban los seres humanos y que la pregunta sobre el sentido de la vida humana «era difícil de contestar».
Más enigmática fue su respuesta a la cuestión sobre cuál era su color favorito, ante la que dijo: «¿Cuánto estás dispuesta a pagar?».
La robótica es una de las diez áreas señaladas por Pekín como prioritarias en su estrategia «Made in China 2025», que pretende remodelar la base industrial del país para orientarla hacia áreas más intensivas en tecnología y menos en mano de obra.