Chile es conocido por ser el país de los terremotos. Es común que en nuestro territorio nacional se registren sismos de manera frecuente, y hemos enfrentado incluso al más potente de la historia (Valdivia 1960). De hecho, dos terremotos de nuestra historia se ubican en el top ten de todos los tiempos: el de Valdivia de 1960 en el primer lugar y el de la zona centro-sur en el 2010 en el noveno lugar.
PUBLICIDAD
Sin embargo, muchos de los sismos que ocurren en nuestro país son considerados simples temblores, dependiendo de su fuerza, a pesar de que en el resto del mundo serían catalogados como terremotos. Esto depende de varios factores como la profundidad, los grados Richter y también de las consecuencias que éste traiga.
Entre 6 y 7 grados, ¿Temblor o terremoto?
El sismo más fuerte del lunes fue de 6,9 grados en la escala de Richter a una profundidad de 20 kilómetros. Es este segundo indicador el que al parecer resultaría clave para determinar los efectos que produce en la superficie el movimiento telúrico.
Por ejemplo, el 7 de julio de 2014 en México, un terremoto de 7,1 grados dejó algunas víctimas fatales y cientos de heridos y destrozos. De la misma manera, una seguidilla de sismos afectó a Italia entre agosto y octubre de 2016, con medidas de entre los 5,5 y 6,5 grados y cerca de 10 kilómetros de profundidad. Esto ocasionó derrumbes y cientos de víctimas fatales en cada uno de los sismos que se provocaron en ese periodo.
Con consecuencias aún mayores, en 1995 en Japón se produjo el recordado «Gran terremoto de Hanshin-Awaji». Este sismo tuvo una intensidad de 6,8 grados en la escala de Richter, a una profundidad de 17 kilómetros y cobró más de 6.000 víctimas fatales. Es de hecho recodado como uno de los terremotos más nefastos del país del sol naciente. Los daños estructurales fueron evaluados en más de 3 billones de yénes, los que son más de 27 mil millones de dólares.
Para nosotros es un temblor
La arquitectura chilena parece estar mejor preparada para los sismos de esta intensidad, ya que los daños estructurales que produce un sismo de entre 6 y hasta a 7 grados Richter son mínimos y no tienen punto de comparación con la cifra anteriormente mencionada. Por ejemplo, por el temblor del pasado lunes (que fue de 6,9 grados) no hubo víctimas fatales.
Respecto a si el término correcto es terremoto, temblor o sismo, el sismólogo Alfredo Eisenberg, en conversación con Ahora Noticias señaló que «no hay un término oficial respecto a este tema. Los tres términos están correctos». A pesar de lo anterior, el especialista agregó que «en Chile hemos hecho una separación y llamamos terremoto a un movimiento que presenta una mayor magnitud». «Cualquier evento sobre los 7.5 grados, es llamado terremoto, mientras que sobre 4.0, lo llamamos sismo o temblor», explicó.
PUBLICIDAD
Estamos en un país donde en los colegios se nos enseña desde pequeños las medidas de seguridad que se deben adoptar en caso de sismo. Nuestro país anualmente presenta temblores de mediana y baja intensidad, y desde el 2010 hasta la fecha hemos tenido 8 terremotos por sobre los 7 grados Richter:
- 27 de febrero 2010, epicentro en Cauquenes (8,8 grados)
- 25 de marzo 2012, epicentro en Constitución (7,0 grados)
- 02 de enero 2011, epicentro en Tirúa (7,0 grados)
- 16 de marzo 2014, epicentro en Iquique (7,0 grados)
- 01 de abril 2014, epicentro en Iquique (8,2 grados)
- 08 de octubre 2014, epicentro en Isla de Pacua (7,1 grados)
- 16 de septiembre 2015, epicentro en Coquimbo (8,4 grados)
- 25 de diciembre 2016, epicentro en Chiloé (7,6)
Y si consideramos aquellos por sobre los 6 grados, en el mismo periodo de tiempo, agregamos tres más:
- 11 de marzo de 2010, epicentro en Pichilemu (6,3 grados)
- 30 de enero de 2013, epicentro en Vallenar (6,8 grados)
- 24 de abril de 2017, epicentro en Valparaíso (6,9 grados)
Hablar de sismo, epicentro, profundidad o intensidad para nosotros es común y son conceptos cercanos culturalmente para nuestra población. La alta frecuencia de este tipo de desastres naturales se explica por nuestra ubicación geográfica que se sitúa justo sobre la subducción de la placa de Nazca por debajo de la placa sudamericana. Además, por la presencia de nuestras zonas cordilleranas, estamos ubicados en lo que se denomina «Cinturón de fuego del Pacífico», que se caracteriza por concentrar algunas de las zonas de subducción (montaje de placas) más importantes del mundo. Este ocasiona las intensas actividades sísmicas y volcánicas de nuestro país, aunque las segundas son menos frecuentes que los temblores.