69,2% de los adultos mayores seguirían trabajando aunque no tuvieran la necesidad de hacerlo

Desde 2007 que se realiza la Encuesta Calidad de vida en la vejez, un amplio análisis sobre la realidad de la tercera edad hecho desde el Centro de Estudios de vejez y envejecimiento (CEVE – UC) de la Pontificia Universidad Católica de Chile junto a Caja Los Andes. Aprovechando que esta encuesta se realiza cada tres años, desde el 2007, en esta nueva entrega, se presentó un análisis retrospectivo de los últimos 10 años.

Actualmente la tercera edad quiere seguir activa, más que hace 10 años atrás. Según las cifras un 69,2% de ñas adultos mayores seguirían trabajando aunque no tuvieran la necesidad económica de hacerlo. Sin embargo, un 66% de ellos trabaja por necesidad económica, mientras que sólo un 16% lo hace para mantenerse activo. Otro 16% lo hace porque le gusta su trabajo y sólo un 1% por el simple hecho de «no quedarse en la casa todo el día».

La salud y su impacto en la realidad laboral

Cuando se le consultó a los adultos mayores «hasta cuando les gustaría seguir trabajando», su principal respuesta fue «hasta que la salud se los permita» con un 65%, lo que significó un aumento en comparación a la misma pregunta en el 2010, donde sólo un 55% concordaba con dicha opción.

Esto puede deberse a que, por primera vez en 10 años, el porcentaje de adultos mayores que considera que su salud es «excelente, muy buena o buena» superó al porcentaje que considera que era «regular o mala». En la última encuesta, revelada hoy y realizada en 2016, un 52% de respuestas positivas se impusieron ante un 48% de adultos mayores que consideraron que su estado de salud no era de los mejores. El año 2007 en la primera versión de esta encuesta un 61,2% de la tercera edad consideraba que su estado de salud era «malo o regular» y sólo un 38,3% lo calificaba de manera positiva.

Los principales temores de la tercera edad

El principal temor de los adultos mayores en Chile es «tener que depender de otras personas», con un 63%. Esta opción superó por primera vez en 10 años al actual segundo gran temor: enfermarse gravemente (59,1%).

De hecho, la principal razón para que un adulto mayor decida no estar trabajando es debido a «problemas de salud o problemas físicos». A un 79,4% de los adultos mayores que se encuentran trabajando «les agrada mucho su trabajo», a un 15% más o menos. a un 3,7% poco y solo a un 1,9% no le agrada para nada su trabajo.

La encuesta refleja un avance significativo hacia una población de adultos mayores más activos. Comparando las mediciones de la última década, ciertos aspectos relacionados con sintomatología depresiva han ido disminuyendo progresivamente. En cada encuesta fue disminuyendo el porcentaje de adultos mayores que se quedaban mucho en casa, que se sentían poco activos o que se aburrían constantemente.

En contraste, aumentaron aquellos que prefieren actividades al aire libre y que practican algún deporte. Ejemplo de esto, es que el porcentaje de personas que como «actividad que realiza varias veces a la semana» considera «salir de la casa» pasó de un 66,4% en 2010 a un 71,9% en 2010. por el contrario, las personas que como «actividad que realiza varias veces a la semana» consideraba «leer una revista, el diario o algún libro» pasó de un 52,1% en 2010 a un 45,6% en 2016.

Independencia y trato

A pesar de que los adultos mayores reflejaron en estos últimos 10 años un aumento progresivo respecto a su deseo de ser más activos y mantenerse independientes, no están de acuerdo respecto a atrasar la edad de su jubilación. Actualmente, el promedio de edad en el cual se jubilan se mantiene en un promedio de los 62 años para ambos sexos.

Un 82,3% de los consultados (tanto hombres como mujeres) están en desacuerdo con que la jubilación de las mujeres se atrase hasta los 65 años. Sólo un 15,3% está de acuerdo y un 2,4% no sabe. En el caso de los hombres, los porcentajes son bastante similares, siendo un 82% quienes no están de acuerdo con que la jubilación se atrase de los 65 a los 70 años, un 15% si y un 3% que no sabe.

También relacionado con lo anterior, la mayor parte de los adultos mayores considera que el dinero mensual les alcanza justo u holgadamente, separándose entre un 21,6% (si, holgadamente) y un 55,1% (que considera que le alcanza justo). Un 23,7% considera que simplemente «no le alcanza». En comparación a las cifras de 2007, se presenta un significativo avance, ya que hace una década atrás un 35,9% consideraba que el dinero no le alcanzaba, solo un 15,3% consideraba que le alcanzaba holgadamente y un 48,4% consideraba que le alcanzaba «justo».

Los adultos mayores de nuestro país están descontentos con el trato que reciben. La encuesta reflejó que tanto en los servicios públicos como desde el núcleo familiar, este grupo etário considera que recibe un trato injusto. La cifra empeoró contrastando la encuesta de 2010 contra la de 2016.

A pesar de todo lo anterior, el porcentaje de adultos mayores satisfechos con su vida aumentó. Un 72,3% se siente muy satisfecho o satisfecho con su realidad respecto a los últimos seis meses, superando con creces al 56,2% que se identificaba con esta opción en 2007. Las cifras señalan además, que a mayor grado de educación, mayor es el grado de satisfacción respecto a su vida actual por parte del adulto mayor.

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