-¿Cómo has vivido estas semanas como candidata presidencial?
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En forma muy intensa, no pensé que sería así desde un comienzo. Muchos viajes a regiones, conversatorios con la ciudadanía y entrevistas.
-Te ha tocado participar en elecciones presidenciales desde el periodismo, incluso interpelando en debates. ¿Cómo asumes esta etapa que comienza?
Es algo totalmente impensado hace unos años. Creo que lo disfrutaré mucho. Son momentos donde lo que conversas y propones queda en total relevancia. Pese a que de debate tienen poco, porque son foros. En otros países hay discusiones directas, los candidatos se miran de frente, pero en Chile todo es aún muy cuidado.
-El Frente Amplio se encuentra en un proceso de construcción programática. ¿Cómo avanza?
Muy bien, con dos pilares importantes. Uno es el programa participativo y, segundo, una propuesta con ejes estructurales bien claros, que es hacia donde queremos mover el país. La profundización de la democracia: participativa y real, con una sociedad civil empoderada y conectada con las políticas públicas. Pretendemos un nuevo modelo de desarrollo que incluya una economía que descentralice el poder. Que lo desconcentre y lo democratice. Un tercer eje son los derechos sociales. Tiene que ver con sacar la dimensión completamente mercantil que hay en la vida de los chilenos y establecer derechos sociales básicos.
-¿Cómo es ese avance en comparación a lo hecho por este gobierno, el cual también se planteó como reformista?
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Estamos hablando de cosas distintas, hay algunas cosas que nos parecen interesantes de este gobierno, pero no se cumplió con cambios estructurales que modificaran de fondo la educación o la negociación colectiva, por ejemplo. Acá estamos hablando de otras reformas, que incluyan temas tan fundamentales como una asamblea constituyente.
-De vencer en las urnas, ¿se podría hablar de gobierno refundacional?
Me alejo de ese tipo de conceptos grandilocuentes como ese. Porque no estamos y no se trata de eso. Hay una permanente intención de ponerle rótulo a las cosas que uno hace. Me desentiendo de ello porque parecen caricaturas. Queremos construir un país distinto sobre la base que hoy tenemos. La ciudadanía siente que necesita un cambio, algo distinto a lo que se le ha ofrecido. Cuánto más aguantamos un país en que sólo las lucas que tienes te dan educación, salud, pensiones, etc.
-Las propuestas de los partidos tradicionales giran en torno al crecimiento económico, ¿cuán importante es este para el Frente Amplio?
El crecimiento no es propiedad de la derecha y la Nueva Mayoría. Todos aspiramos al crecimiento económico y yo quiero disputar el término. Hoy lo entendemos por una declaración que viene más ligada al entorno de Sebastián Piñera, que tiene que ver con una utilidad permanente, con la ganancia. En las cifras de crecimiento eso es parte, pero también involucra crecer de otra manera. Debe haber generación de empleo con respeto a las leyes laborales y con trabajadores involucrados a las decisiones de inversión. Además, de un desarrollo sustentable de los proyecto, que dialogue con el medio ambiente.
-Hasta el momento el Frente Amplio no ha querido entenderse con la Nueva Mayoría. ¿Con quién lo hará si son gobierno?
Gobernar es disputar el poder y eso se hace conversando y dialogando. Deberemos gobernar según se ordenen las fuerzas políticas, pero aspiramos a hacerlo de una forma más rotunda. No ha negociar con aquellos que están al otro lado, o teniendo otra mirada de país, hay que gobernar con la ciudadanía de nuestra parte. Por ejemplo, el gobierno de Michelle Bachelet tuvo mayoría en el Congreso pero no pudo hacer las reformas que diseñó desde un principio. La ciudadanía no se sintió parte y generó un amplio rechazo. Y no es porque no se querían los cambios, sino que se querían muchas más reformas. Si no gobiernas con la ciudadanía, aunque tengas al parlamento completo a tu favor, no tienes ninguna garantía de que las cosas sucedan.
-Desde la Nueva Mayoría critican al Frente Amplio por confrontar con ellos y no con quien sería el verdadero rival, Sebastián Piñera. ¿Qué piensa cuando escuchas esas críticas?
Es injusto. Tratamos de marcar las diferencias y darnos a conocer. Nos estamos presentando, quienes somos y qué queremos. La derecha de Sebastián Piñera está muy lejos del Frente Amplio. No sólo están cómodos por cómo funciona Chile hoy, sino que quieren profundizar en el sentido contrario a nosotros. En tanto, la Nueva Mayoría habla de un Chile distinto y de cambios estructurales. Pero se ha instalado muy bien administrando lo que Chile es. Nosotros marcamos las diferencias con ambos. A la Nueva Mayoría le afectan más las críticas porque quizás ellos en su momento hicieron propuestas de cambios y no lo lograron.
-¿De no pasar a la segunda vuelta, existirá un mal menor para el Frente Amplio?
Nosotros vamos a pasar a segunda vuelta. Sebastián Piñera, Alejandro Guillier o Carolina Goic debieran contestar si votarían por el Frente Amplio.
-¿Qué considera un triunfo en cuanto a votación o número de parlamentarios?
Nunca nos hemos puesto un piso, un éxito es ir avanzando etapas. Personalmente, es pasar a la primaria y después trabajaremos, si soy la candidata de todo el Frente Amplio, en pasar a la segunda vuelta. Pero es importante la carrera parlamentaria. Aunque presentar una plantilla nueva de parlamentarios es muy complejo, porque los incumbentes tienen todo para ganar, presentar una apuesta distinta es un desafío.
-Pese a la crisis de legitimidad que viven los partidos tradicionales, ellos ya cumplieron con el proceso de refichaje. En el Frente Amplio no logran conformarse a nivel nacional ni tampoco oficializar las candidaturas. ¿Qué falta para atraer a las personas?
Hay hartos candados para los nuevos partidos, no es lo mismo para quienes ya están constituidos. Hay que tomar eso en consideración también. Revolución Democrática logró conformarse en partido y hay otros movimientos que no avanzan en esa línea. El Partido Humanista ha hecho un despliegue inmenso y seguramente en los próximos meses se constituirá como partido nacional.
-Sólo 1.500 personas participaron de la elección interna de Revolución Democrática, pese a que incluso existía una plataforma web para hacerlo. ¿Les ha faltado fuerza?
Hay un desafío gigante de participación y será algo en que siempre estaremos focalizados. Pero más allá de quienes participen o no de procesos internos o primarias, nosotros siempre vamos a ir por la vía democrática. Efectivamente no participa mucha gente y nos interesa que lo hagan muchas más personas, pero no por eso vamos a dejar de ir a todos los espacios democráticos y que sean las personas quienes definan nuestros procesos.
-Hoy estás en una disputa interna con Alberto Mayol, ¿qué los diferencia?
Con Alberto tenemos muchas cosas que nos unen. El Frente Amplio tienen una definición de lo que quiere hacer, pero nos diferenciamos desde los lugares en que hablamos. Él es un académico, yo una comunicadora. Entonces las formas en que expresamos lo que pensamos es distinta.
-¿Cómo va a financiar su campaña?
Con todas las alternativas que nos permita la ley. Hoy que es una presentación más que una campaña, lo estamos haciendo gracias a Revolución Democrática que es un partido constituido y tiene platas legales. Hemos revisado la ley para saber qué podemos hacer y estamos manejándonos bajo esos márgenes. Porque creemos que en esto se debe ser lo más estricto y transparente posible. Si no es una candidatura con tantos millones, trabajaremos con muchos voluntarios de verdad, no con «brigadistas» como se llaman en otras campañas.
-¿Cómo evalúas la política exterior del país y hacía dónde avanzaría en un gobierno?
Como país tenemos una vocación de globalización, de trabajar en conjunto con nuestros vecinos inmediatos. Debemos poner mucho foco en el tránsito de personas en el mundo y tenemos que entrar de lleno a una nueva legislación en torno a inmigrantes, pero poner siempre los Derechos Humanos sobre todo en esa discusión.
-Y en el caso puntual de Bolivia. ¿Cómo llevaría esa relación?
Me gustaría que fuera distinta. Se ha «maritizado» mucho, principalmente de parte de Bolivia y Evo Morales, pero también desde la Cancillería chilena. Hay litigios pendientes en La Haya así que las relaciones no pueden ser más complejas. Me gustaría que hubiera una relación más basada en cooperación y no en los puntos que nos dividen.