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La primera pelea entre los aliados: Corea del Sur no quiere pagar escudo antimisiles a EEUU

Esta no es la primera vez que Estados Unidos exige pagos por acciones de ellos, es conocida la polémica en torno a la construcción del muro fronterizo con México que ha sostenido el presidente Donald Trump.

Corea del Sur descartó este viernes la sugerencia del presidente de Donald Trump de que Seúl pague por el escudo antimisiles estadounidense que está desplegando para contrarrestar la amenaza de Corea del Norte y cuyo costo asciende a 1.000 millones de dólares.

Los primeros elementos del sistema THAAD (Terminal High Altitude Area Defense) ya llegaron al campo de golf donde se instalará, a 250 km al sur de Seúl, lo que provocó las protestas de Pekín en un contexto de fuertes tensiones en la península.

Los responsables estadounidenses aseguraron que el escudo estaría operativo en «los próximos días».

«Informé a Corea del Sur de que sería apropiado que pague. Es un sistema de 1.000 millones de dólares», declaró Trump a la agencia Reuters. «Es fenomenal, destruye misiles directamente en el cielo», añadió el presidente.

Pero Seúl respondió que según los términos de los acuerdos sobre la presencia militar estadounidense en el país, Corea del Sur provee el terreno para el sistema THAAD y las infraestructuras, mientras que Washington paga por su despliegue y su funcionamiento.

«No hay cambios a esta posición», afirmó el ministerio de Defensa surcoreano en un comunicado.

Washington y Seúl están unidos por un tratado de seguridad desde la guerra de Corea (1950-1953) y más de 28.000 militares estadounidenses están desplegados en el sur de la península.

La tensión en la península se agravó considerablemente los últimos tiempos luego de una serie de disparos de misiles por Pyongyang y las advertencias de Washington según las cuales la opción militar está sobre la mesa.

Moderar a Pyongyang

Trump declaró que existe la posibilidad de «un gran, gran conflicto» con Corea del Norte, por lo que Corea del Sur, cuya capital está al alcance de la artillería norcoreana, corre un riesgo de pérdidas de vidas gigantesco.

Estados Unidos afirmó, no obstante, que era necesario reforzar las sanciones contra Pyongyang, dejando entrever la posibilidad de que se reanude el diálogo.

El jefe del Comando del Pacífico, el almirante Harry Harris, dijo que había que «llevar a la razón, y no poner de rodillas» al régimen norcoreano.

La Casa Blanca desea igualmente que China haga más para moderar la aspiración nuclear militar de su vecino. Trump estimó que el presidente chino Xi Jinping hacía «muchos esfuerzos» en ese sentido. Pero Pekín está furioso por el despliegue del THAAD, que amenaza el equilibrio regional y sus propias capacidades balísticas.

El sistema debe interceptar y destruir misiles norcoreanos de corto y mediano alcance durante la fase terminal de su vuelo.

Los suroceanos están divididos sobre el tema. Sólo 51,8% se declara favorable al THAAD, según un sondeo del Korea Research de marzo.

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