Los mandatarios europeos adoptaron este sábado por unanimidad una «firme» estrategia para las negociaciones de divorcio con Reino Unido, en una cumbre sin la presencia de la primera ministra británica, Theresa May, quien por estos días está enfrascada en la realización de elecciones anticipadas en su país.
PUBLICIDAD
«Orientaciones adoptadas por unanimidad. El justo y firme mandato político de la UE a 27 para las negociaciones del Brexit está listo», tuiteó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
El encuentro llega días después de un cruce de declaraciones a ambos lados del Canal de la Mancha. May acusó a los 27 de «unirse contra Reino Unido«, después de que su homóloga alemana, Angela Merkel, advirtiera que «no gozará de los mismos derechos» fuera del bloque.
El negociador europeo para el Brexit, Michel Barnier, señaló a su llegada que esta «unidad no está dirigida contra Reino Unido», mientras que el presidente francés, François Hollande, indicó que el Brexit implicará un «precio» para Reino Unido, aunque «no tiene por qué ser punitivo».
Las orientaciones fueron adoptadas por unanimidad. El justo y firme mandato político de la UE para las negociaciones está listo»
Reino Unido comunicó formalmente el 29 de marzo su decisión de convertirse en el primer país del bloque en marcharse. Frente a ello, la UE ya plasmó sus prioridades: derechos de los ciudadanos, factura a pagar e Irlanda.
Las prioridades
En sus orientaciones de negociación, los 27 quieren garantizar los derechos de los ciudadanos europeos en Reino Unido y viceversa, así como dejar absolutamente clara la obligación que tiene Londres de pagar por sus compromisos ya asumidos con sus socios. El monto podría elevarse a 60.000 millones de euros.
PUBLICIDAD
La tercera prioridad es la «cuestión irlandesa«, en un momento en que nadie desea el regreso de una frontera física entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, que forma parte de Gran Bretaña: tampoco se espera el cuestionamiento de los acuerdos de paz en la zona.
No obstante, es el tema financiero el que, a juicio de una fuente diplomática, podría desembocar en un «choque de trenes».
Para España, el Estado de la UE con más británicos residentes fuera de su país, la cuestión de garantizar los derechos de los ciudadanos es una prioridad, sobre todo porque Reino Unido es «el primer destino» de sus inversiones y hay españoles trabajando allí, recordó el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy.
Tusk también propuso en las orientaciones, desveladas el 31 de marzo, incluir que cualquier acuerdo sobre las futuras relaciones entre Gibraltar y la UE deberá contar con el acuerdo previo entre Londres y Madrid, lo cual generó una intensa polémica entre ambas capitales.
La reunión servirá también para lanzar la batalla sobre el traslado de la Autoridad Bancaria Europea y la Agencia Europea de Medicamentos, actualmente basadas en Londres y que ya cuentan con decenas de ciudades interesadas en acoger alguna de ellas, como Barcelona.
El proceso de divorcio apenas acaba de comenzar. Tras la cumbre, la Comisión Europea publicará su propuesta de directrices de negociación, los 27 darán el mandato negociador a Barnier y, todo ello, antes de las elecciones británicas anticipadas, a cuyo término la UE espera poder finalmente empezar a negociar.
May convocó estas elecciones con el objetivo de reforzar su posición de cara a las negociaciones, si bien los mandatarios europeos relativizaron el impacto de una eventual victoria aplastante de la británica, ya que para entonces las orientaciones de negociación ya estarán fijadas.
Para el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, los comicios británicos son un «problema interno», en el que la primera ministra británica buscará el apoyo de la población para «no tener un Brexit duro o blando, sino el Brexit de Theresa».