Hace algunas semanas la diputada comunista Camila Vallejo propuso acortar la jornada laboral de 45 a 40 horas a la semana.
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Esta vez, es el precandidato presidencial de la derecha, Sebastián Piñera, quien propone otra idea para cambiar cuánto trabajan las personas en Chile. Junto con anunciar una revisión a la reforma laboral de la Presidenta Bachelet y evaluar iniciativas de teletrabajo, también planteó aumentar de 15 a 20 los días de vacaciones legales al año, a cambio de eliminar tres feriados del calendario.
Este 2017, nuestro país tiene 15 días festivos. Asimismo algunos de estos festivos generan nueve fines de semana largos.
Antes de considerar esta propuesta vale la pena tomar en cuenta algunas estadísticas. Según un estudio realizado por la firma de investigación de mercado internacional Expert Market, Chile está a la cola de los países de la Ocde si de productividad se trata, pese a estar en los primeros lugares si de cantidad de horas trabajadas se trata: tenemos un promedio de 1989.8 horas trabajadas al año, pero un valor estimado de unos 11 dólares por hora.
Paralelamente, de acuerdo a la última edición del Workmonitor de la consultora de RRHH Randstad conocido este miércoles, la satisfacción laboral de los chilenos con su actual empleador disminuyó tres puntos porcentuales, respecto al promedio anual del año pasado y un punto con respecto al trimestre anterior, obteniendo 66% de trabajadores satisfechos o muy satisfechos con su empleo, ocupando la posición 28 entre 33 países estudiados, ubicándose por detrás de los países con los peores resultados: Hungría (63%), Singapur (62%), China (57%), Hong Kong (54%) y Japón (48%). También es superado por todas las naciones latinoamericanas consideradas.
En la línea correcta pero con resistencia
“En principio, a mi juicio, es una excelente propuesta”, sostiene Javier Irarrázaval, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián (USS).
El economista recuerda un proyecto en el mismo sentido de los diputados Tucapel Jiménez y Osvaldo Andrade de 2013 y que planteaba eliminar cuatro feriados religiosos también a cambio de más vacaciones.
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A su juicio, esta iniciativa, en términos puramente económicos, es positiva porque “por un lado, al reducirse el número de feriados oficiales, se aumentan los días hábiles productivos; por otro, el mayor número de días de vacaciones no afectaría de manera general la capacidad productiva de las empresas, puesto que éstas no cerrarían porque un (o algunos) trabajador(es) hagan uso de su feriado legal”.
Irarrázaval además destaca en este aspecto que nuestro país no está acorde con el resto de los países de la Ocde. “Si asumimos que los países de Ocde son más productivos en parte por sus políticas laborales de descanso, entonces debiéramos avanzar hacia ellas”, recalca.
En esa línea destaca que 29 de los 35 países miembros de dicha organización tienen al menos 20 días de vacaciones y un promedio de 11 feriados. “Con esta propuesta, nos ajustaríamos a los estándares de los países desarrollados”, afirma.
El académico de la USS añade que una medida como esta sería un buen complemento al teletrabajo, mayor flexibilidad horaria y/o limitar las horas semanales trabajadas como la propuesta de la diputada Vallejo.
Si bien coincide con el especialista de la USS, Isaías Sharon, CEO de Smart Coach y experto en recursos humanos ve algunas complicaciones para implementar esa idea.
“Me parece una propuesta súper razonable, incluso podría ser hasta beneficiosa en el marco general”, sostiene. Sin embargo hace hincapié en que “la relación entre los feriados o vacaciones y la productividad está directamente relacionada con la capacidad de las personas de administrar de manera eficiente su tiempo aun cuando tengan más o menos feriados”.
Asimismo, Sharon indica hay factores que hacen complejo implementar esta medida. “Lo veo poco viable por el shock cultural y la mentalidad de los trabajadores, como de temas culturales religiosos, y otras costumbres de la sociedad”, subrayando además a los ojos de las personas “cae bien el feriado cuando hay mucho trabajo, como para tomarse un día más y aprovechar un fin de semana largo por ejemplo”.