Este miércoles el ex Presidente y abanderado presidencial de oposición, Sebastián Piñera, dio a conocer las bases de su programa de gobierno, y la que más resaltó es la propuesta de poner fin al Transantiago, como una de sus prioridades en materia de Transporte, en caso de convertirse en el nuevo mandatario de Chile.
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“Transporte Urbano Tercer Milenio” es el nombre de la propuesta, que plantea terminar con el Transantiago en un período de ocho años, el que será reemplazado por un “nuevo sistema estructurado en base el Metro y sistemas de rieles”.
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La idea del ex Presidente, se basa en terminar con la construcción de las líneas 3 y 6 del Metro y comenzar a construir nuevas líneas 7 y 8, llegando a 125 kilómetros del tren subterráneo.
El fortalecimiento de la red de Metro, será apoyado por una nuevo sistema de buses alimentadores.
Frente a la propuesta de Piñera, el experto en Transporte, Louis de Grange, asegura que es hace “indispensable” realizar este cambio para la capital, pero se debe realizar en un período de tiempo que permita adaptarse a los cambios.
“Es necesario e indispensable eliminar el Transantiago. Debemos avanzar de forma gradual, por eso el plazo de ocho años me parece razonable, para seguir en la línea de la inauguración del Rancagua exprés, y sumarle la creación de las línea 7 de metro 7, que será paralela a la L1, y agregar una línea 8 que vaya por Avenida La Florida hacia Macul”, sostiene De Grange.
La visión del experto va en la misma dirección de la propuesta, ya que ambos argumentan darle más énfasis al Metro y trenes e ir disminuyendo los buses.
“Sería ideal extender la línea 4 del metro hacia Puente Alto en el sector de Bajos de Mena y un tren ligero al aeropuerto, pero lo trascendental es eliminar los buses troncales y transformarlos en alimentadores con vehículos más chicos”, agrega.
Avance con cautela
La iniciativa de cambiar los buses por una mayor extensión de las líneas de Metro, que logren cubrir una mayor parte de Santiago, es vista con buenos ojos por Rodrigo Martín, experto en transporte urbano de la Universidad de Santiago, quien si bien asegura que todas las ciudades deben ir en esa línea, plantea “tener cuidado” en la forma de expresar los cambios.
“Es una tendencia que se ve inevitable en ciudades similares a Santiago, donde casi todas las personas quieren vivir cerca a una estación de Metro, por eso se debe resaltar el tren subterráneo, eliminar los troncales y poner más buses alimentadores, pero se debe tener cuidado con las expectativas que se generan en las personas, porque quieren resultados inmediatos y se puede aumentar los índices de evasión”, argumenta.
Además de advertir que estas propuestas pueden tener efectos colaterales, como un aumento de la evasión en el corto plazo, Martín aconseja que se hable de una “evolución del Transantiago” más que una “eliminación”, porque “no es posible hacer un borrón y cuenta nueva del actual sistema de transporte”