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Acusan a Piñera de “boicotear” la nueva licitación del Transantiago

Actores y ex autoridades advierten sobre la “incertidumbre” que puede generar en el sistema las palabras del candidato.

Si Sebastián Piñera esperaba generar ruido con su propuesta para el transporte público capitalino, lo logró. Su anunciado “fin al Transantiago” despertó a seguidores y detractores del modelo.

No obstante, Publimetro conversó con algunos involucrados con el actual sistema, quienes coinciden en que, dado el proceso de licitación para modificar las condiciones de cuatro de los siete operadores actualmente en curso, las palabras del candidato de Chile Vamos podrían generar “incertidumbre” y “daño” a dicho proceso, que avanza y podría quedar culminado durante la actual administración.

“Queda la incertidumbre de saber cómo operaría este proyecto: si significa sólo cambiarle el nombre, no nos parece malo. Pero Transantiago es un sistema que involucra una serie de temas que es necesario saber si se mantendrían o no: subsidio al pase escolar, integración y pago. Nos gustaría conocer más detalles y cómo se haría la transición”, señaló Héctor Moya, director de Metbus, encargada del servicio 500.  La empresa pretende extender el vínculo tras la finalización de su contrato, en octubre de 2018.

En este sentido, Moya llama al presidenciable de derecha a “aclarar pronto la propuesta”, y advierte que de no hacerlo “daña notoriamente la intención de las empresas operadoras que quieran participar”.

Cristian Bowen, ex subsecretario de Transportes del actual gobierno, insiste en el mismo punto y critica al presidenciable por su anuncio. “Es muy irresponsable. Las bases están casi listas y hay empresas nacionales e internacionales que quieren concursar. Claramente da una señal muy negativa para el mercado del transporte público”, consideró.

“Parece que Piñera estuviera boicoteando la presente licitación. Incurre en generar incertidumbre en el sistema, cuando se necesitan certezas para los usuarios, operadores y trabajadores del sistema”, aseguró a su turno Genaro Cuadros, director de la Mesa Social por un Nuevo Transantiago.

“Propuesta no me cuadra”

Si es o no un cambio significativo el propuesto por Piñera es otro de los puntos mencionados por los especialistas.

“Es evidente lo poco sustantivo de la propuesta. No consiste en ningún cambio de magnitud en comparación con lo que se hace actualmente, o se ha consensuado hacer entre todos los involucrados”, explicó Cuadros.

La proposición del ex jefe de Estado incidiría negativamente en el actual escenario  definido por la preparación de las bases del proceso, “la que augura un Transantiago efectivamente mucho más solvente y que esté comprometido con el buen servicio de los usuarios”, argumentó el especialista.

Bowen ahonda más en este punto y asegura que la propuesta se distingue muy poco de lo anunciado en los últimos meses.

“El plan considera las Líneas 3 y 6 del Metro: ambas están en construcción, y la Línea 7 fue anunciada por la Presidenta Michelle Bachelet y se encuentra en estudio. Así que sólo hay un trazado adicional, que sería el 8”, sostuvo.

Para Héctor Moya, la oferta de Piñera “no está analizada técnicamente”.

“No me cuadra. La malla de recorridos que hacemos los buses es de 2.700 km y movilizamos a 3,5 millones de personas. El Metro con las Líneas 3 y 6 llega a 140 km. ¿Cómo logra copar la malla de recorridos en sólo 8 años?”, cuestionó.

Cuadros, en tanto, apuntó al pasado y recordó que Piñera, durante su administración, también prometió sustituir el Transantiago. No obstante, su propio ministro de Transportes en esa época, Pedro Pablo Errázuriz, “se hizo cargo del cambio que necesitaba el sistema y se dedicó, en buena hora, a mejorarlo y fortalecerlo”, en lugar de cambiarlo.

“Él ya tuvo la oportunidad de un cambio mayor. Ahora es populista eliminar Transantiago, pero es una idea impracticable”, aseveró.

Cambios al Transantiago en 2012

Durante su gobierno, la administración Piñera canceló todos los contratos con operadores del Transantiago, dando un vuelco drástico al modelo: modificó los pagos a empresas, eliminó los alimentadores y traspasó los costos de la evasión a los privados, entre otros aspectos.

Para realizar ello, debió indemnizar a Alsacia-Express y Subus con cerca de US$ 65 millones. Además, se retornó al resto de empresas sus garantías o reservas técnicas.

Según Moya, uno de los propósitos de esos cambios a los contratos era “el fin de la evasión”. No obstante, cuestionó que tras los cambios “el no pago creció al doble”. A eso suma que tras ello “tres empresas cayeron en situación de quiebra”.

“Una cosa es lo que desea y otra es la realidad”, advirtió.

https://www.publimetro.cl/cl/noticias/2017/05/05/estaciones-metro-santiago-transantiago-linea-3-linea-6.html

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