«Dar a los presos un objetivo, una esperanza». Esto reza el sitio web de Prison Fight, el torneo carcelario de Muay Thai que premiará con la libertad al reo que gane el certamen, sea cual sea el delito que haya cometido.
La competición que se efectúa en Tailandia consta de cinco rondas entre reclusas, cuya única condición para competir es que estén cumpliendo una condena larga. El que gana y llega a la final, se medirá ante un luchador profesional.
«Perdí el control. Estaba borracho y lo maté», relató Noy Khaopan, el cual cumplía una sentencia de 11 años por apuñalar en la cabeza a un estudiante de secundaria. En la prisión se metió en el Muay Thai y compitió en el certamen, siendo el ganador y logrando la libertad.
Sin embargo, no todos comparten que reos salgan libres. Esto acontece justamente con los padres del joven asesinado, quienes rechazaron que el agresor saliera de la cárcel.
«Cuando les contábamos a los padres del adolescente, el padre quería matar a Noy. La madre estaba inconsolable de dolor. No piensan que es justo liberarlo», señaló Micah Brown, creador del documental «Prison fighters: 5 rounds to freedom».
