«Chile tiene que estar vigilante y, por cierto, defender nuestros intereses y nuestro territorio, pero lo importante es mantener una actitud prudente y no escalar a algo que pudiera ser peligroso». Con estas palabras el canciller Heraldo Muñoz comentó la última acción del gobierno de Evo Morales: enviar a un grupo militar de élite a la frontera entre nuestro país y Bolivia.
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De acuerdo al ministro de Defensa Reymi Ferreira, «estamos mandando a fuerzas de élite para apoyar la lucha contra el contrabando. La unidad F10, que es especializada en acciones de control de este tipo de situaciones con alto grado de especialidad y compuesta por oficiales y suboficiales, ya está en la zona y se va a incrementar (su presencia)».
La Fuerza 10, cuyo nombre verdadero es Fuerza Contra Terrorismo Conjunta y que también son conocidos como los «chachapumas», es un grupo que reúne a los mejores militares del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada. Sus misiones se enfocan principalmente en temáticas antiterroristas o que representen un real peligro para el Estado o el presidente. En ese sentido, según el medio boliviano Página Siete, sorprende la medida ya que no hay antecedentes que se aboquen al contrabando.
Eso sí, desde el propio gobierno boliviano resaltaron que la medida tiene relación con la detención de los militares y aduaneros de ese país, los cuales llevan en prisión más de un mes por cruzar ilegalmente a territorio chileno. «Ya está de buen tamaño de que gente amedrente, rodee, golpee y agreda a gente que está cumpliendo con su deber que es combatir el delito», enfatizó Ferreira.
Pero, ¿quiénes son los integrantes de F10? Acorde a una nota publicada por el diario La Razón en 2006 a los pocos días que se hiciera pública su existencia en La Paz, los hombres que están en las filas son «altamente capacitados para operaciones antiterroristas, están disponibles las 24 horas del día, son los únicos capacitados para ingresar a territorio enemigo aún sabiendo
En ese sentido, un ex uniformado de las Fuerzas Armadas los tildó de «hombres-máquinas», asegurando que reciben un riguroso entrenamiento y que cambian de domicilio en diversas ocasiones por motivos de seguridad.
«Sólo podrían actuar si