El interrogatorio de cinco horas del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva por parte del juez anticorrupción Sergio Moro dio lugar a diálogos dignos de una novela judicial, donde hubo espacio incluso para hablar de fútbol o del bullying infantil.
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– Moro: «Ninguna desavenencia personal» –
Al iniciarse el interrogatorio, Moro le dice a Lula que será tratado con «el máximo respeto» y, para que quede «absolutamente tranquilo», le recalca que su declaración es rutinaria y no concluirá con su detención preventiva, como se llegó a rumorear.
Moro: «Señor Presidente, quiero dejar claro que pese a algunas versiones, no existe de mi parte ninguna desavenencia personal con usted. El desenlace [del juicio] provendrá de las pruebas y de la ley».
– Lula: ‘¡Por el amor de Dios, presenten pruebas!’ –
Visiblemente molesto en buena parte de su declaración, Lula lanza: «Si cometí un crimen, pruebe que cometí un crimen. Expóngalo a la sociedad y Lula será castigado como cualquier ciudadano (…). ¡Pero por el amor de Dios, presenten una prueba!».
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– «Nadie sabía» de la corrupción en Petrobras –
Cuando Moro pregunta al ex presidente si estaba al tanto de los desmanejos en Petrobras, Lula responde: «No. Ni yo, ni usted, ni el Ministerio Público, ni Petrobras, ni la prensa, ni la Policía Federal. Todos nos enteramos cuando [los primeros sospechosos] tuvieron sus teléfonos intervenidos».
Moro replica: «Fue usted quien indicó [a un implicado en el caso] para el consejo de administración de Petrobras. Es una situación diferente de la mía (…)».
– Lula y el «bullying» a sus nietos –
En su declaración final, Lula se explaya y se dice víctima de «la mayor cacería jurídica que jamás haya existido contra un presidente o un político brasileño», algo que atribuye a su pasado de obrero.
Lula: «Cuando fui electo en 2003, tenía un compromiso de fe (…) Me decía todo el santo día que no podía equivocarme, porque si me equivocaba nunca más la clase trabajadora elegiría a alguien venido de abajo. La presidencia de la República no fue hecha para un metalúrgico, para alguien sin diploma universitario (…)».
Moro lo interrumpe: «Señor Presidente, las declaraciones finales no sirven para [dar] posiciones políticas, sino relativas al proceso».
Lula: «Doctor Moro, espero que tenga paciencia».
Moro: «No sé cuánto va a durar su declaración final, no es para hacer un compendio de lo que hizo en el gobierno, no es un programa electoral».
Lula: «Pero yo estoy siendo juzgado por lo que hice en el gobierno (…) Estoy obligado a decir lo que me han hecho. Tengo 71 años. Cinco hijos y ocho nietos. Nunca quienes me acusaron consideraron que nietos míos, de 5 años, sufren bullying todo el santo día en la escuela a causa de esas mentiras».
– Los 12 partidos del Barça –
Lula denuncia un acoso mediático y de la Fiscalía -que lo señala como el «comandante máximo» de la red de corrupción- como si fuera un bandido del far-west «buscado vivo o muerto».
El líder izquierdista hace una recopilación de las veces que los grandes medios «hablan mal» de él y remarca las más de 18 horas en que a su criterio lo hizo el principal telediario del país, el Jornal Nacional de TV Globo, en el último año.
«¿Sabe lo que significan 18 horas hablando mal de un ciudadano? ¡Significan 12 partidos de fútbol entre el Barcelona y el Atlético de Madrid!», se exalta Lula.
– Moro: ‘Padezco los mismos males que usted’-
Al fin del interrogatorio Lula cuestiona al propio Moro sobre las constantes filtraciones judiciales a la prensa.
Lula: «Usted, tal vez sin querer, entró en ese proceso. La divulgación de conversaciones con mi mujer, y de ella con mis hijos, fue usted quien las autorizó (…) Pero quería avisarle: los mismos que me atacan hoy, si tuviesen señales de que me absolverán… Prepárese: porque los ataques que usted sufrirá serán mucho más fuertes (…)».
Moro: «Desgraciadamente ya hay mucha gente que me ataca, incluso en blogs que supuestamente le apoyan a usted. Padezco los mismos males que usted, en cierta medida. Dicho lo cual, voy a cerrar aquí estas declaraciones, pero le aseguro que será juzgado en base a las leyes y a las pruebas del proceso. Esté seguro de eso».
«Así lo espero, Doctor», concluye Lula.
-Tríplex en Sao Paulo-
Lula negó ser el propietario de un tríplex en el litoral del estado de Sao Paulo que supuestamente habría sido comprado por la constructora OAS para uso del ex presidente y su familia a cambio obtener favores del poder.
«No solicité, no recibí, no pagué ningún triplex. No tengo» ningún apartamento en Guarujá, declaró Lula ante el juez federal Sergio Moro, responsable de las investigaciones del gigantesco caso de corrupción alrededor de la petrolera Petrobras.