Cerca de 1.300 agricultores afectados en las regiones de Atacama y Coquimbo dejó el frente de mal tiempo que azotó al norte chico el último fin de semana.
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Esa es la cifra preliminar que arrojaron los primeros catastros que encomendó el Ministerio de Agricultura para determinar la afectación en cultivos, sistemas de riego, invernaderos y animales por efecto del fenómeno climático.
Los detalles fueron entregados al ministro Carlos Furche por parte de las autoridades de Indap, SAG, CNR y Agroseguros, en una reunión en la que también participó el subsecretario de la cartera, Claudio Ternicier.
Al término de la cita de evaluación, el titular del Minagri señaló que “los equipos del Ministerio de Agricultura han estado trabajando desde el primer momento en que comenzó esta emergencia, tanto en la región de Atacama como en la región de Coquimbo”.
“Tenemos una primera evaluación que nos indica que en Atacama hay en torno a mil pequeños agricultores afectados en distintos grados, principalmente por ruptura de canales que se pudieron ver afectados parcialmente, pozos para regadío que se podrían haber aterrado y también con pequeños productores ganaderos que perdieron parte de su ganado, mayoritariamente cabras”, agregó.
Si bien esta emergencia es seria, para el sector silvoagropecuario no tiene las características catastróficas del aluvión de marzo de 2015, aseveró el ministro, quien indicó que “seguimos recabando información respecto del grado de inundación para ver qué porcentaje de cultivos son factibles de recuperar. Nosotros nos vamos a desplazar mañana a la región de Atacama para seguir en terreno el trabajo de los equipos técnicos del ministerio, para una vez superado el frente de mal tiempo, comenzar a restablecer la normalidad”.
Respecto a la ayuda que será otorgada a los productores afectados, Furche planteó que “hemos previsto ir en apoyo directo a estos productores siguiendo un esquema similar al que utilizamos en 2015”, pero el detalle de los instrumentos será entregado una vez que se concrete el catastro en algunas zonas a las que no se ha podido acceder por el corte en los caminos.
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En relación a los cultivos afectados, la autoridad señaló que “puede existir una dificultad con algunos parronales que pudieron ser afectados por el barro, pero la experiencia de la vez anterior es que eso se recuperar rápidamente”.
“En el caso de los cultivos hortícolas, principalmente en la parte baja del valle de Copiapó, están afectados pequeños productores donde la única posibilidad es volver a iniciar el ciclo productivo entregando las ayudas que correspondan para que eso sea posible con acceso a crédito, maquinaria para limpiar, posibilidad para reponer invernaderos, entre otros”, acotó.
Ante un eventual impacto en los precios de frutas y verduras, el ministro Furche afirmó que la región de Atacama no es proveedora masiva de productos hortícolas, por lo que “no parece razonable que exista un impacto en los precios”.