El diario The New York Times reveló este martes que Trump le pidió al jefe del FBI James Comey, a quien despidió la semana pasada, que «abandonara» una investigación sobre el ex asesor de seguridad nacional Michael Flynn.
PUBLICIDAD
Ese pedido del presidente, que consta en un memorando confidencial de Comey citado por el diario, representaba una interferencia directa en una investigación en curso y una posible obstrucción de la justicia y, además, las notas de un agente del FBI en acto de servicio tienen valor como prueba legal en un juicio.
-¿Qué es obstrucción de la justicia?-
La obstrucción a la justicia es un delito federal que cubre cualquier intento por parte de alguien de «influir, obstruir o impedir» —especificando que sea «corruptamente»— la «correcta administración de la ley» en un procedimiento pendiente, incluido el Congreso.
Esto es lo que pretende aclarar el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, que ya ha solicitado al FBI todos los documentos que su ex director elaboró sobre sus conversaciones con el presidente. La petición, firmada por el presidente del comité, el republicano Jason Chaffetz, incluye “memorandos, notas, resúmenes y grabaciones” en poder la agencia a entregar antes del 24 de mayo.
«De ser cierto, estos memorandos plantean interrogantes sobre si el presidente intentó influir o impedir la investigación del FBI en lo que se refiere al general (Michael) Flynn», dijo Chaffetz en su carta dirigida al director en funciones del organismo, Andrew G. McCabe.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/863007411132649473
En el memorando, Comey explica que Trump le dijo que Flynn era “un buen hombre”. “Espero que puedas dejar correr esto”, afirmó. De ser verdad estas conversaciones, el mandatario habría tratado de influir en el Departamento de Justicia y en la agencia de inteligencia. Al parecer, Comey habría elaborado varios de estos memorandos tras mantener conversaciones con el presidente estadounidense que creyó que podrían ser comprometidas. Trump acabó despidiéndole el pasado 9 de mayo tras una relación marcada por sus desencuentros.
PUBLICIDAD
Sin embargo, probar que el presidente cometió un delito puede ser complicado. Varias leyes federales criminalizan las acciones que obstaculizan las investigaciones oficiales. Y pese que en algunos casos se dan ejemplos específicos de las formas ilegales de impedir el funcionamiento del sistema judicial -como matar a un testigo o destruir pruebas-, la ley también incluye casos más sujetos a interpretación que consideran un crimen si alguien “obstruye, influye o impide corruptamente cualquier procedimiento oficial”, informa el New York Times. En este segundo grupo entraría el posible delito de Trump.
Y pese a que quedara claro que el mandatario hubiera cometido una ilegalidad, según informa Politico, existe un amplio consenso respecto a que un presidente no puede ser acusado penalmente mientras esté en el cargo. Por lo que lo más probable es que, de ser ciertas las revelaciones de Comey, Trump no tenga que sentarse en un banquillo por supuesta obstrucción de la justicia.
Lo que sí que podría pasar es que sea el Congreso el que actúe a través de un impeachment. Los dos únicos presidentes que han sido impugnados en la historia moderna de los Estados Unidos, Richard Nixon y Bill Clinton, fueron acusados de obstrucción a la justicia. Sólo Clinton se salvó, Nixon dimitó antes de que sufrir la humillación de que le echaran.
Para que las demandas de impeachment(destitución política) prosperen será clave que se demuestre por otros medios que verdaderamente Trump hizo esa petición a Comey. De otro modo el caso quedaría sin solución en un enfrentamiento de la palabra de Trump contra la de Comey.
-La mitad de los estadounidenses quieren impeachment-
El 48 por ciento de los estadounidenses quieren que se inicie un proceso de destitución o «impeachment» contra el presidente de EE.UU., Donald Trump, según una encuesta de empresa demoscópica Public Policy Polling publicada hoy.
Ese porcentaje es mayor al 41 por ciento que se opone a que se someta a Trump a un juicio político, que tan solo se ha iniciado en dos ocasiones en la historia estadounidense.
El proceso de «impeachment» puede ser iniciado por la mayoría simple de la Cámara de Representantes, aunque posteriormente el juicio político es realizado por el Senado con el magistrado jefe del Tribunal Supremo presidiendo las audiencias.
El Senado es el encargado de declarar culpable a un presidente con dos tercios (67) de los votos de la Cámara Alta y destituirlo del poder, algo que nunca ha ocurrido en la historia estadounidense.