El presidente de EEUU, Donald Trump, pidió en marzo a dos altos funcionarios de la inteligencia estadounidense que lo ayudaran a contrarrestar la investigación del FBI sobre los supuestos lazos de su equipo de campaña con Rusia, informó este lunes el Washington Post.
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El diario afirma que el mandatario pidió a Mike Rogers, director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y a Dan Coats, director de inteligencia, negar públicamente que existieran pruebas de una conexión entre su equipo y Moscú durante la campaña electoral del año pasado.
Citando a altos funcionarios de la inteligencia estadounidense actuales y del pasado, el Washington Post precisa que ninguno de los dos hombres respondió a los pedidos de Trump.
El director del FBI de esa época, James Comey, despedido hace dos semanas de manera intempestiva por Trump, sostuvo que sus servicios se interesaron por la injerencia rusa en las elecciones e investigaron hechos que se remontan a junio de 2016.
La semana pasada varios medios estadounidenses señalaron que Trump había pedido a Comey durante reuniones y vía telefónica que abandonara la investigación, afirmaciones que han sido desmentidas de manera rotunda por la Casa Blanca.
Pero esas solicitudes habrían sido consignadas por Comey en informes escritos sobre las reuniones que había mantenido con el presidente.
Desde febrero, el magnate republicano había solicitado a numerosos legisladores y funcionarios de inteligencia que contactaran a periodistas para decirles que no existían pruebas sobre los vínculos entre Rusia y su campaña electoral.
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Ex jefe de la CIA: Rusia interfirió «descaradamente» en las elecciones de 2016
John Brennan aseguró este martes ante el Congreso de EEUU que «debe quedar claro» que Rusia interfirió «descaradamente» en las elecciones presidenciales de 2016, en las que resultó ganador el republicano Donald Trump en detrimento de su rival demócrata, Hillary Clinton.
Brennan, quien fue director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense entre 2013 y enero de este año, explicó que él fue uno de los primeros funcionarios de EEUU en advertir a Moscú sobre sus actividades, y les instó a cejar en su empeño de afectar los comicios.
El ex director de la CIA discutió el asunto con Alexander Bortnikov, jefe del servicio de seguridad FSB de Rusia, afirmó que comunicaría las inquietudes de Brennan al presidente ruso, Vladimir Putin.
«Debe quedar claro a todo el mundo que Rusia interfirió descaradamente en el proceso electoral presidencial de 2016 y que llevaron a cabo esas actividades pese a nuestras fuertes quejas y advertencias explícitas de que no lo hicieran», afirmó Brennan.
Ante el Comité de Inteligencia de la Cámara baja, en una audiencia pública para abordar la investigación rusa, Brennan aseguró estar «preocupado por el número de contactos que los rusos habían hecho con personas estadounidenses» en los meses previos a las elecciones.
«Ellos trataron de sobornar a individuos», agregó Brennan, quien señaló que, al abandonar su cargo, tenía serias dudas sobre si los rusos habían sido capaces o no de involucrar a miembros de la campaña de Trump en sus actividades.
Brennan rechazó tener pruebas directas sobre la posible colusión del equipo del multimillonario con los funcionarios rusos, pero insistió en que había indicios suficientes «para seguir investigando» al respecto, información que compartió con el FBI y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) para actuar de forma apropiada.