En una playa de Australia fue encontrado muerto Gilligan, un delfín de 20 años que era parte de las investigaciones que llevaban adelante científicos de la Universidad de Murdoch, sobre un grupo de tres machos de la misma especie.
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Según los investigadores que analizaron el extraño caso, la muerte pudo haber sido provocada por un pulpo.
Eso porque según los resultados de la autopsia realizada al delfín y publicada en la revista New Scientist, al tratar de ingerir el pulpo, los tentáculos lo habrían asfixiado.
La investigación reveló que el pulpo de 2kg, peleó para liberarse pero sus ventosas de adhirieron firmemente a la mucosa de la lengua, garganta y paredes laterales de la laringe del mamífero, lo que le impidió seguir respirando.
De esta manera, Gilligan, el famoso delfín nariz de botella murió de hipertermia, es decir por la congestión en sus vasos sanguíneos, lo que finalmente le produjo una falta de oxígeno.
Los científicos determinaron gracias a los exámenes realizados tras la muerte, que la causa de su fallecimiento fue la “gula” del delfín, al tratar de cazar el pulpo, en un sector donde se registra una abundancia de peces.