Una nube de polvo gigante se cierne sobre varias ciudades del noroeste de China. Los vecinos la ven venir, y se apresuran a cerrar las puertas y ventanas de sus casas. Porque este viento, de hasta 38 kilómetros por hora, amenaza con destrozarlo todo a su paso. La zonas de cultivo son las que sufrirán más daños. La policía ha puesto en marcha un plan de emergencia. Han aumentado la vigilancia, sobre todo en las carreteras, donde la visibilidad es mínima. Hay estructuras que ya se han venido abajo, y los bomberos rastrean entre los escombros en busca de algún damnificado. De momento no se han registrado incidentes graves, pero las autoridades aconsejan a los vecinos que vayan con cuidado por la calle. Son muchos los objetos que pueden salir volando. A duras penas aguantan los árboles un viento que se espera que dure tres días más. La nube marrón avanza, y otras regiones se verán afectadas por esta gigantesca tormenta de arena. Video: Reuters.
PUBLICIDAD