Alrededor de 25 personas fallecieron por asfixia durante el asalto a un casino en el sur de Manila perpetrado la noche del jueves por un hombre armado. Así lo informó este viernes (jueves en Chile) la policía local, que había calificado previamente el hecho como un robo.
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Las víctimas fatales se encontraban entre el segundo y el octavo piso del complejo de descanso Resort World Manila, informó ayer el oficial Tomas Apolinario, en declaraciones recogidas por el diario «Inquirer».
El complejo turístico alberga un hotel, un cine, un casino y una galería comercial.
El ataque se produjo la medianoche del miércoles (hora de Filipinas) cuando un hombre con una carabina M4 entró en la segunda planta del complejo y comenzó a quemar las mesas de juego con gasolina. También disparó e intentó robarse fichas del casino.
Al menos 54 personas resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad, durante la estampida general al escucharse los primeros tiros. Otras sufrieron intoxicación por humo. Según la policía ninguno fue alcanzado por las balas.
El sospechoso
El director general de la policía, Ronald Dela Rosa, descartó que el incidente hubiera sido un acto terrorista y lo calificó como robo. Ello contradice la versión del Estado Islámico (EI) que reivindicado el hecho.
Él no disparó a nadie (…) Si fuese un terrorista, sembraría el terror»
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«Él no disparó a nadie (…) Si fuese un terrorista, sembraría el terror», declaró a los medios.
El cadáver calcinado del sospechoso fue hallado en la quinta planta del hotel. La policía asegura que el presunto responsable se atrincheró en la habitación 501, se envolvió en sábanas rociadas de gasolina y se prendido fuego a sí mismo, en lo que ha sido catalogado como suicidio.
Conforme a la versión oficial, el móvil del asalto era hacerse con un botín de 130 millones de pesos filipinos (unos 2,6 millones de dólares o 2,3 millones de euros) en fichas del casino.
Medidas de seguridad
Las autoridades han reforzado la seguridad del aeropuerto internacional Ninoy Aquino, cercano al casino asaltado, el palacio de Malacañang, embajadas y ministerios, entre otros emplazamientos de la capital filipina.
El asalto del complejo de ocio coincide con los enfrentamientos entre Ejército y yihadistas del Grupo Maute, afín al Estado Islámico, en la sureña ciudad de Marawi que continúan hoy por undécimo día.
Los combates en esa ciudad de la región de Mindanao, de mayoría musulmana, han causado más de 170 muertos, y según analistas locales no tienen visos de concluir a corto plazo.