La Asamblea Nacional, el parlamento unicameral de Cuba, aprobó este jueves los documentos económicos del Partido Comunista, que incluyen la última versión de reformas «raulistas» y la conceptualización del nuevo modelo socialista, en el que se reconoce por primera vez la existencia de empresas privadas.
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En el debate previo a la votación en la Asamblea, reunida hoy en un pleno extraordinario, participaron 537 diputados, de un total de 596, informan medios oficiales de la isla, los únicos a los que se permite el acceso a las sesiones parlamentarias.
Los diputados debatieron y aprobaron la «conceptualización» del nuevo modelo económico y social, el plan de desarrollo económico hasta 2030 y los nuevos lineamientos de la política económica para 2016-2021, documentos aprobados en el VII congreso del Partido Comunista, en abril del año pasado.
Estos documentos representan la última versión de las reformas «raulistas», que al ser aprobadas hoy en sede parlamentaria se convertirán en ley nueve meses antes de que el presidente Raúl Castro abandone ese cargo, a los 86 años, tras dos mandatos consecutivos.
Los diputados cubanos se reunieron el miércoles en comisiones para debatir los documentos aprobados hoy, discusiones en las que el vicepresidente Marino Murillo recalcó que en Cuba no se permitirá la concentración de la riqueza y propiedad aunque se autoricen formas de gestión privadas.
Murillo, que fue ministro de Economía entre 2014 y 2016 y considerado el «zar de las reformas», dirige ahora la Comisión Permanente para la implementación y desarrollo de la política económica, ocupada de definir la conceptualización del modelo.
Al abrir espacios al sector privado, las reformas económicas emprendidas hace siete años por Raúl Castro -revisadas en el VII Congreso del Partido Comunista en abril de 2016- autorizaron el trabajo autónomo a personas naturales o la creación de cooperativas no agropecuarias.
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Las nuevas leyes, aprobadas en 2011, permitieron a los «cuentapropistas» o trabajadores autónomos, que sobrepasan el medio millón, contratar mano de obra, lo que en la práctica derivó en la proliferación de medianas, pequeñas y microempresas privadas, que funcionaron durante años sin la debida personalidad jurídica.
Los documentos económicos aprobados hoy por la Asamblea reconocen por primera vez la necesidad de otorgar personalidad jurídica a esas pequeñas empresas privadas, aunque puntualizan su «papel complementario» en la economía, donde debe prevalecer la gestión estatal.
«La forma dominante de gestión sigue siendo la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción», aclara el documento.
El parlamento cubano -que mantiene dos reuniones ordinarias al año, en julio y diciembre- aprobó los documentos económicos rectores diseñados por el PCC tras un amplio proceso de consulta popular en el que participaron más de 1,6 millones de cubanos.
En las consultas realizadas entre el 15 de junio y el 20 de septiembre del año pasado se realizaron 208.161 propuestas y sugerencias, la mayoría de ellas a la «conceptualización» del modelo económico-social, seguida por el plan nacional económico.