El ex presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock, dijo que llegó a pensar que intentarían chantajearlo con algo que habría dicho, después del hallazgo de un micrófono en su oficina en el edificio del gremio empresarial.
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“No es broma. Es verdad. Una de las cosas que llegué a pensar es que me pudieran chantajear. Por cosas tontas, pero sí como uno de repente es mal hablado diga cosas, la pueda embarrar. Pero estoy tranquilo”, señaló von Mühlenbrock a La Tercera.
Consultado por qué contrató una empresa de seguridad privada antes de hacer la denuncia, respondió que “yo no puedo llamar a la policía sin tener ningún antecedente. Cualquier cosa que uno le diga a la policía sale en la prensa, imagínate ese escenario. Para qué. ¿Y si no hay nada?”.
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Acerca de su gestión al frente de la Sofofa, indicó que “fueron dos períodos, un primer año con el Presidente Piñera que me sirvió mucho para aprender y después un año con la Presidenta Bachelet donde tratamos de plantear nuestras ideas y defender los principios que tiene Sofofa, y que fueron difíciles. Aunque se haya dicho después que fue una metáfora, esa expresión de la retroexcavadora fue más potente de lo que se pensaba”.
“No nos trataron muy bien, pero siempre opinamos desde lo que creemos. Pero nunca sentimos las puertas cerradas. Nosotros siempre golpeamos puertas, nos juntamos, hicimos propuestas”, afirmó.
Dueño de Profacis declaró por segunda vez, ahora como imputado
El carabinero en retiro Rubén Aros Oñate, dueño de la empresa de seguridad Profacis que descubrió los micrófonos en Carozzi pimero y la Sofofa después, declaró este viernes por segunda vez en la Fiscalía Metropolitana Oriente en el caso del espionaje al gremio empresarial. Según CNN Chile, lo hizo en calidad de imputado.
Aros, sargento segundo en retiro de Carabineros, concurrió esta tarde a la fiscalía, donde estuvo durante tres horas. Se retiró poco antes de las 9 de la noche sin hacer declaraciones a la prensa, argumentando que hay “secreto del sumario”. Aros declaró por primera vez el lunes pasado, pero en calidad de testigo.
Manuel Guerra, jefe máximo de la Fiscalía Oriente, nombró a dos fiscales para que investiguen el caso: Lorena Parra, jefa de la Fiscalía de Las Condes, y Roberto Contreras, de la Unidad de Delitos Económicos de la Fiscalía de Las Condes.
Ambos indagarán delitos contra la Ley de Delitos Informáticos, la Ley de Telecomunicaciones y el Artículo 161 del Código Penal, respecto de captación o intervención de comunicaciones privadas.
La próxima semana declararía José Juan Llugany director de Carozzi y hasta esta semana vicepresidente de la Sofofa, gremio que este miércoles realizó sus elecciones para renovar a su directiva.
Precisamente el caso comenzó por el hallazgo de un micrófono en su oficina de Carozzi, tras un chequeo electrónico rutinario de Profacis. Posteriormente, la empresa de seguridad encontró un segundo dispositivo en la oficina del entonces presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, quien ya declaró como testigo.