El presidente de Bolivia, Evo Morales, criticó hoy en la ONU el «injusto enclaustramiento» que sufre su país por carecer de un acceso al mar y afirmó que esa limitación perjudica sus intentos por lograr un «justo desarrollo».
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Morales se expresó en esos términos durante un discurso que pronunció en la apertura de una conferencia internacional sobre los océanos que se prolongará hasta el viernes próximo, centrada fundamentalmente en la protección medioambiental.
En su exposición, Morales recordó que Bolivia tenía 400 kilómetros de costa en el Pacífico cuando se independizó, en 1825, pero perdió su acceso al mar durante la guerra que enfrentó a su país y Perú contra Chile entre 1879 y 1883.
El gobernante boliviano recordó que su país decidió en 2013 recurrir ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para forzar a Chile a negociar una salida al mar. Chile considera que los asuntos fronterizos quedaron resueltos en el tratado de paz de 1904.
«Acudimos a la CIJ para que disponga que Chile está obligado a negociar con Bolivia de buena fe y de manera efectiva un acceso soberano al océano Pacífico», recordó Morales, que aseguró que esta disputa fronteriza «es de interés continental».
Evo Morales señaló que el enclaustramiento boliviano representa «mayores desafíos y limitaciones que los países costeros», lo que se agrava con el «negocio lucrativo» que consiguen las naciones en tránsito y los consorcios internacionales.
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También se quejó de que, a causa de ello, los costos de transporte por carretera en su país son los más altos en América Latina, lo que reduce la competitividad de su economía y el flujo de inversiones para su aparato productivo.
«Es necesario que la gestión de los recursos naturales de los mares y de los océanos contribuya de manera generosa y equitativa con los países que por siglos siguen privados de ellos», insistió el presidente boliviano.
Morales también se quejó de las «constantes interrupciones» que sufre el libre tránsito comercial de Chile por huelgas y otros motivos, y puso como ejemplo que desde 2015 hasta hoy ha habido 34 días en los que no han podido circular sus mercancías.
«Esta situación atenta al crecimiento de la economía de Bolivia y al derecho del pueblo boliviano a un justo desarrollo», recalcó.