Miles de personas volvieron a darse cita en Hong Kong en la vigilia anual para recordar el 28 aniversario de la matanza de Tiananmen de 1989, en un claro desafío a Pekín, al ser la mayor protesta contra el régimen chino que se lleva a cabo dentro de su territorio.
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Enormes pancartas con los lemas «Revertir el veredicto del 4 de junio» y «Acabar con el régimen dictatorial» colgaban en el escenario principal del parque Victoria de Hong Kong, que desde hace 28 años acoge esta protesta, convocada por la Alianza de Hong Kong en Apoyo a los Movimientos Democráticos Patrióticos de China.
La Alianza fue formada en 1989 para apoyar a los estudiantes chinos que entonces se alzaron en Pekín contra la corrupción del régimen comunista y en defensa de mayores libertades y fueron reprimidos a la fuerza por el ejército chino tras casi siete semanas de intensas protestas.
Una réplica de la Diosa de la Democracia, que fue erigida en la Plaza de Tiananmen en 1989 y sirvió de monumento de representación de los manifestantes, presidió el centro del parque hongkonés, en el que miles de ciudadanos encendieron velas que elevaron al aire para recordar a los muertos en la sangrienta represión militar de Pekín contra el movimiento.
Las dos horas de duración programadas para la vigilia las llenaron testimonios de familiares de algunas de las víctimas de la masacre, como la de una madre de una estudiante fallecida que recordó la última frase que había escuchado de su hija antes de que pereciera: «Si ocurre algo, nos esconderemos en el edificio cercano y volveremos a salvo».
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Entre los numerosos discursos protagonizados por los organizadores y activistas destacó el de un exlíder de la Federación de Estudiantes de Hong Kong, Lam Yiu-keung, que fue testigo de la violencia vivida el 4 de junio en la capital china.
A pesar de que el régimen chino trata de forzar el olvido, «todavía hay muchos profesores que deciden decir la verdad a los estudiantes, hay muchos periodistas que deciden contar la verdad y hay muchos padres que les dicen la verdad a sus hijos», destacó entre aplausos.
Los organizadores del evento calcularon una participación de unas 110.000 personas, una cifra inferior a la de los 125.000 que formaron parte de la vigilia el pasado año, según los convocantes, y que convertirían a esta última edición en la menos concurrida desde 2008.
Desde hace ya dos años, las nuevas generaciones de manifestantes, organizados a través de uniones estudiantiles y políticas formadas por muchos jóvenes que ni siquiera habían nacido en 1989, llevan a cabo conmemoraciones paralelas tratando de enfocar la jornada como una oportunidad para reivindicar mayores derechos para Hong Kong en lugar de más libertades para la parte continental china.
El localismo ha ido ganando terreno entre los más jóvenes a la vez que crece el sentimiento antichino.
Las protestas democráticas de finales de 2014 de Hong Kong -la llamada «revolución de los paraguas»- ayudaron a despertar el espíritu contestatario de los hongkoneses hacia el poder que China ejerce sobre la que fuera colonia británica y un sentimiento de desapego hacia el país de origen.
Hong Kong, a la que se prometió un «alto grado de autonomía» tras su devolución a China en 1997, incrementa así su lucha por preservar sus derechos como región autónoma frente a la injerencia china.
EEUU fustigó a Pekín
La administración del presidente Donald Trump fustigó a China este domingo por el tema de los derechos humanos, al conmemorarse el 28 aniversario de la fuerte represión que terminó con la protesta democrática que se llevaba a cabo en la plaza de Tiananmen.
«Estados Unidos considera que la protección de los derechos humanos es un deber fundamental de todos los países y exhortamos al gobierno chino a respetar los derechos universales y las libertades fundamentales de sus ciudadanos», señala un comunicado del Departamento de Estado.
La diplomacia estadounidense recuerda cada 4 de junio la represión del gobierno chino contra quienes manifestaban en esa fecha en la plaza de Tiananmen en 1989.
El 28 aniversario es el primero que tiene lugar bajo la administración Trump, acusado por la oposición demócrata y algunas ONGs de practicar una política exterior que pone a los derechos humanos en un plano secundario.
El Departamento de Estado «llama nuevamente a China a brindar un balance oficial de aquellos que fueron asesinados, detenidos o desaparecidos como resultado de los eventos del 4 de junio de 1989, y la exhorta a dejar de acosar a las familias que buscan reparaciones por esos sucesos y a liberar a quienes están encarcelados por recordar lo que ocurrió en la plaza de Tiananmen».
Las dos primeras potencias mundiales sostienen desde hace casi una década «un diálogo estratégico y económico» anualmente alrededor del mes de junio. La fecha para la próxima sesión en Washington todavía no ha sido anunciada de forma oficial.