La primera ministra británica Theresa May «politizó» el atentado del Puente de Londres, que causó 7 muertos -entre ellos, un francés y un canadiense- y 48 heridos en la noche del sábado, y anunció a las pocas horas un plan en cuatro puntos para endurecer las medidas antiterroristas. «Hay demasiada tolerancia con el extremismo en este país», dijo, en una breve intervención a las puertas de Downing Street. «Ha llegado el momento de decir: «¡Ya hemos tenido bastante!». Las cosas tienen que cambiar a la hora de hacer frente al extremismo y al terrorismo«.
Entonces, la premier conservadora, luego de reunirse con el comité de seguridad, presentó un plan de cuatro puntos contra el terrorismo que consiste en:
1. Derrotar la ideología islamista radical, que, según dijo, es «uno de los grandes retos de nuestro tiempo». «Como ideología es una perversión del islam y una perversión de la verdad», consideró, y agregó que «no puede ser derrotada sólo mediante la intervención militar».
2. Impulsar mayores regulaciones en Internet. «No podemos permitir que esta ideología tenga un espacio seguro para reproducirse, y eso es precisamente lo que les proporcionan Internet y las grandes compañías proveedoras de servicios de Internet», explicó.
3. Sacar a los terroristas de los «espacios seguros» que tienen en lugares como Siria e Irak. Eso implica tanto bombardeos como una nueva actitud dentro de Gran Bretaña. «Tenemos que trabajar mucho más duro para expulsar [al extremismo] del servicio público y la sociedad», dijo May.
4. Reformular la estrategia antiterrorista del país, de manera que la Policía tenga más poderes. Entre esas medidas reclamó penas más severas para los sospechosos de terrorismo.