«Este libro plantea un cambio histórico, desde la misma historia de mujeres fuertes», señaló a Publimetro la psicóloga Sofía Fiedler. El libro se llama «Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes» y presenta a personajes femeninos de la historia universal como Elizabeth I, Yoko Ono, Coco Chanel, Frida Kahlo, Malala y otras, en la modalidad de cuentos cortos de una página. Según el editor asociado de The Huffington Post, Taylor Pittman «estos cuentos para antes de dormir no son protagonizados por princesas, sino por mujeres que cambiaron el mundo».
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100 historias que se suman a una tendencia
El libro, recientemente traído a nuestro país por editorial Planeta, presenta 100 historias de mujeres que han sido trascendentales en el mundo. El mensaje es decirle a la niñas que ellas también pueden escribir la historia del mundo. Con una página de extensión por cuento, acompañado siempre de una hermosa y llamativa ilustración de la protagonista, el libro relata las vivencias de artistas, políticas, monarcas, deportistas, científicas, activistas y más.
Conversamos con la socióloga de la Universidad Central, Nicole Tornel, quien destacó la relevancia de este libro y de otras campañas en el mismo tono que hemos podido observar en los últimos años. «El lenguaje construye realidades, y he ahí la importancia de un texto aplicado a algo tan cotidiano como leerle un cuento a tus hijos en la noche». El discurso de resaltar el hecho natural y certero de que las mujeres tienen las mismas capacidades que los hombres, ambos como seres humanos capaces incluso de vencer sus propias limitaciones, busca dejar atrás el machismo que ha influido la construcción de la historia desde los comienzos de ésta.
«Este libro, los juguetes sin género determinado, la campaña de ‘Sé lo que quieras ser’ de Barbie, el cambio de las princesas Disney, entre otras campañas, han venido cobrando fuerza en los últimos años», explicó la psicóloga Sofía Fiedler. El libro «Cuentos de Buenas Noches para Niñas Rebeldes», se presenta como una suerte de herramienta, guía para seguir trabajando desde la más tierna infancia en eliminar las influencias machistas e instaurar en las niñas la idea de que pueden lograr lo que se propongan, como lo hicieron las grandes líderes que protagonizan estas páginas.
«Es importante que lo lean tanto niños como niñas»
Para la especialista de la Universidad del Pacífico, Sofía Fiedler, el texto es «doblemente histórico». Primero porque «se instala como una herramienta revolucionaria, una nueva manera de comunicarle a las niñas que son capaces de todo, al igual que un niño» y porque lo hace a través de estas 100 mujeres protagonistas de la historia universal.
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Fiedler enfatiza en que lo ideal sería leerle el libro tanto a niños como a niñas, «para que ellos igual entiendan desde pequeños que ambos tienen igualdad de talentos y capacidades«. Sobre esto, desde el campo de la sociología, Nicole Tornel señala que la edad idónea para educar a los niños sobre la igualdad y el respeto entre los distintos géneros existentes es entre el primer año de edad y los 8 o 10. «A los niños no se les debe obligar a optar por uno u otro, ni determinar comportamientos sólo para niñas o solo para niños. Esas prácticas impulsan un comportamiento inseguro», agregó Tornel. Resaltando en que hay que incentivar a las niñas a que hagan lo que hagan, ellas son capaces de ser las mejores. «No hay profesiones más para hombres o más para mujeres», complementa Fiedler.
Las especialistas recomiendan leer el libro tanto con niñas como con niños, para que ambos tengan claro que tienen las mismas capacidades para alcanzar sus sueños y metas.
La opinión de la sociología es complementada por Fiedler, quien agrega que a la sociedad aún le llama la atención iniciativas como éstas, «así como también les llama la atención una niña que juega con autitos y más aún un niño que juegue con muñecas en la calle». La psicóloga señala que un alto porcentaje de los adultos ve de mala manera que un niño pequeño juegue con muñecas, tomándolo como algo negativo, «en vez de verlo como una imitación de un padre cuidadoso». La psicóloga de la Universidad del Pacífico refuerza que «lamentablemente todo lo ligado a la familia y a las cosas del hogar son vistas como tareas de mujeres, y a la vez, vistas con un menor grado de importancia que las tareas de los hombres».
La realidad en Chile y las barreras pendientes
Según ambas profesionales, en nuestro país predomina un mandato social machista. De hecho, en la última encuesta CEP se estableció que un 61% de los chilenos cree que la vida familiar se reciente cuando la madre trabaja a tiempo completo, y un 58% cree que el niño en edad preescolar sufre cuando la madre trabaja. «¿Te has dado cuenta que estas encuestas nunca hacen la pregunta respecto a la figura del padre?», apunta Fiedler en medio de la entrevista.
«Esto se genera porque en nuestro país, y lamentablemente en muchos otros rincones del mundo, aún subsisten muchos estereotipos arraigados del machismo», explica la socióloga Nicole Tornel. Ambas especialistas señalan que hoy una niña vestida con un buzo de niño, es muy probable que no sea mal vista, sin embargo al hacer el ejercicio inverso, las expresiones, comentarios y reacciones son muy distintas.
Ser niña nunca ha sido malo, ni diferente y ese es el nuevo mensaje
«Si el niño tiene el pelo muy largo o si viste de rosado, van a llegar críticas como ‘pero si parece niñita’, con un tono o una connotación negativa, como si el niño estuviese haciendo algo grave», señaló la psicóloga Sofia Fiedler. «No existen colores de niño o colores de niña. No existen juguetes de niño o juguetes de niña. Ambos tienen las mismas capacidades y pueden escoger los oficios, proyectos o sueños que deseen. Eso es en parte lo positivo de leer este libro con niños y niñas, les enseña a ellas que son capaces de lo que sea y a ellos a ver a sus compañera como iguales y no como princesas», afirmó la psicóloga.
Añadió que el mismo concepto de «princesa» al estilo Disney ha ido evolucionando. Atrás quedaron los modelos sumisos, sólo preocupadas del hogar y de ser amables como ‘Blanca Nieves’, ‘Cenicienta’ y ‘La Bella Durmiente’, de quienes su destino dependía de un príncipe azul. Con la incorporación de Mulan en 1998, Disney comenzó a mostrar otras princesas empoderadas como Mérida, cuya película se titula «Valiente». Ser rescatada por el príncipe azul quedó en el pasado.
El mensaje, hasta en los detalles
Una particularidad de las historias, es que muchas de ellas comienzan su relato desde la niñez de la protagonista. Uno de los casos es la historia de Hillary Rodham Clinton, quien se convirtió en la primera mujer en ser candidata a la presidencia de los Estados Unidos. «Hubo una época en la que solo los varones podían ser lo que desearan», comienza el relato, para luego señalar que «en esa época, nació en Illinois una niña llamada Hillary». Más allá de destacar el curriculum de la política, el texto destaca una charla con su madre sobre como enfrentar bravucones, cuya lección principal fue «tienes que salir y enfrentarlos Hillary».
Tomándome la atribución de opinar, desde mi punto de vista como periodista y madre, el tono cercano del libro, genera una emoción especial. Es como sentirse niña otra vez, y estar frente a un mar de letras que te dice de manera fuerte y clara que el mundo es tuyo. Tornel y Fiedler concuerdan. Es un libro que no es un libro de historia, pero tampoco es un cuento de hadas. Es un libro histórico y revolucionario que busca dejar atrás la idea de que las mujeres solo deben jugar con tacitas y no con microscopios, autos o balones de fútbol.
Ambas profesionales aplaudieron el trabajo realizado en la obra y también el hecho de que haya llegado a nuestro país a un precio razonable. «Cuentos de Buenas Noches para Niñas Rebeldes» tiene un precio comercial de $14.900. El texto ha sido aplaudido por la prensa internacional. Según Geri Stengel de Forbes, es «un libro que debe estar en la mesa de noche de todas las niñas y mujeres jóvenes que conoces». Dentro de los detalles, de su cuidadoso diseño, cuenta con solapas para ir marcando el cuento en pendiente para la próxima noche y culmina con una página en blanco para que la pequeña dueña del libro escriba su historia y haga su retrato. Esa tal vez se convierta en la primera página de muchos libros e historias famosas que serán construidas por las «niñas rebeldes» a las que apunta este libro.
Tal como señalan sus autoras, Elena Favilli y Francesca Cavallo, las 212 páginas están dedicadas «a todas las niñas rebeldes del mundo». «Queremos decirles: sueñen en grande, aspiren a más, luchen con fuerza y, ante la duda, recuerden esto: lo están haciendo bien», fue la dedicatoria estampada por ellas, al inicio de esta obra.