El ex director del FBI James Comey relata este jueves ante el Congreso los entresijos de su despido por Donald Trump, en particular cómo resistió a las presiones del presidente para que no investigara a uno de sus más cercanos asesores.El exdirector del FBI James Comey rechazó hoy calificar las órdenes que recibió del presidente de EE.UU., Donald Trump, como «obstrucción a la Justicia», pero sí las consideró muy «perturbadoras y preocupantes».
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El ex jefe del FBI acusó a la administración de Trump, quien lo despidió de su cargo en mayo pasado, de haberlo «difamado» a él y a la policía federal estadounidense (FBI).
Lo que han dicho desde el gobierno «han sido mentiras puras y simples«, declaró Comey ante la comisión de inteligencia del Senado estadounidense.
En su comparecencia ante el Comité de Inteligencia del Senado, Comey dejó en manos del fiscal especial designado para la investigación de la posible injerencia rusa en las elecciones de 2016, Robert Mueller, determinar si Trump incurrió en alguna falta al pedirle «lealtad» y que «dejara pasar» sus pesquisas sobre el exasesor de seguridad de la Casa Blanca Michael Flynn.
«No me toca a mí determinar si el presidente estaba tratando de obstruir la Justicia», dijo el exdirector del FBI, que aseguró estar «seguro» de que Mueller está investigando la actitud del mandatario en ese sentido.
El delito de obstrucción a la Justicia puede usarse para abrir un proceso de destitución del presidente, un juicio político que defienden algunos legisladores de la oposición demócrata.
El ex jefe del FBI aseguró que las investigaciones que se están dando sobre la trama rusa en el Senado pueden coexistir con las que está liderando el propio Mueller, quien le precedió durante años al frente del Buró Federal de Investigación (FBI) y al que calificó como «uno de los grandes profesionales» de Estados Unidos.
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Asimismo, Comey dijo que el presidente no le pidió directamente parar las investigaciones sobre la supuesta injerencia rusa en los comicios presidenciales de 2016, sobre los que indicó que no tiene «ninguna duda» de que el Kremlin estuvo detrás de los ciberataques contra el Partido Demócrata para perjudicar a su candidata presidencial, Hillary Clinton.
Comey explicó a los senadores que el FBI identificó el primer ataque informático por parte de los rusos a finales del verano boreal de 2015, en el que fueron afectados «cientos o miles» de individuos.
También explicó que documentó sus encuentros a solas con el presidente porque temía que después este «mintiera» sobre el contenido de sus conversaciones.
«Estaba honestamente preocupado por el hecho de que él pudiera mentir sobre la naturaleza de nuestro encuentro», dijo el exdirector del Buró de Investigaciones (FBI) durante su esperada audiencia ante el Comité de Inteligencia del Senado estadounidense
«Sabía que podría llegar un día en que pudiera necesitar un registro de lo que pasó no sólo para defenderme, sino para defender al FBI», agregó ante los senadores, bajo juramento.
El ex director del Buró dijo además que solamente se reunió con el ex presidente Barack Obama en tres ocasiones en sus ocho años de mandato, y que nunca sintió la necesidad de documentar sus encuentros con él, al igual que tampoco lo hizo mientras era un alto funcionario del Departamento de Justicia en la época del mandatario republicano George W. Bush.
Comey insistió en que Trump había reconocido su buen desempeño al frente del FBI en varias ocasiones, incluido un momento en el que le susurró, en un abrazo en la Casa Blanca, que «estaba deseando» empezar a trabajar con él.
«No sé por qué fui despedido», zanjó al ser preguntado a ese respecto. «Tal vez por la forma en la que dirigía la investigación rusa (sobre la presunta injerencia de Rusia en las elecciones e 2016 en EE.UU.) y la presión que esto ejercía sobre él», agregó.
Comey fue despedido de manera fulminante hace un mes por el mandatario, cuyo equipo dio argumentos contradictorios para explicar la decisión del mandatario.