El ex director del FBI James Comey dijo este jueves ante el Senado que las presiones del presidente Donald Trump relativas a la investigación sobre Rusia fueron «muy perturbadoras», aunque admitió que nunca le pidió que interrumpa el proceso.
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En un audiencia que mantuvo a Washington conteniendo la respiración, por la sensibilidad del testimonio, Comey reafirmó su versión sobre las presiones del presidente, pero dijo que no le cabía definir si ese hecho constituía una tentativa de obstruir la justicia.
«No pienso que deba decir si las conversaciones que tuve con el presidente fueron obstrucción de justicia. Fue una cosa muy perturbadora, desconcertante», afirmó Comey ante la comisión de inteligencia del Senado.
El miércoles, Comey adelantó por escrito su testimonio, en un documento de siete páginas que tuvo el efecto de un verdadero terremoto político al narrar detalles de sus conversaciones con Trump en la Casa Blanca.
En ese momento, Comey conducía una investigación sobre la alegada interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016, y uno de los funcionarios bajo sospecha era el entonces asesor presidencial de Seguridad Nacional, el general Michael Flynn.
Trump «difamó» a Comey al FBI
Este jueves, Comey prefirió no releer su testimonio pero afirmó que decidió comenzar a redactar memorandos internos de todos sus contactos con Trump, los que luego discutió con un restringido círculo de subordinados en el FBI.
A inicios de mayo, Trump despidió a Comey alegando que el FBI se encontraba en una situación caótica.
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«Aunque por ley no precise dar una razón para despedir al director del FBI, el gobierno prefirió difamarme a mí y, más importante, al FBI afirmando que la organización era un desorden, mal conducida, y que los agentes perdieron confianza en su responsable», se quejó Comey.
De acuerdo con el ex director del FBI, esas «eran mentiras, lisa y llanamente».
Al inicio de la sesión, el presidente de la comisión, el senador Richard Burr, preguntó directamente: «¿En algún momento el presidente le pidió que interrumpa la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016».
Comey ofreció una respuesta monosilábica: «No».
Con relación a la investigación que conducía en ese momento, Comey dijo no tener dudas de que Rusia ejerció injerencia en las elecciones mediante la invasión de los sistemas informáticos del comité nacional del Partido Demócrata.
Sin embargo, dijo que las informaciones que poseía no le permitían afirmar que el resultado de la elección pudo haber sido manipulado.
Palabras elegidas cuidadosamente
Durante la sesión, dos senadores presionaron a Comey sobre las razones por las que no denunció inmediatamente que el presidente le estaba formulando un pedido improcedente para la integridad de una investigación del FBI.
«No lo sé. Estaba tan sorprendido por la conversación que lo escuché y lo único que pude pensar es (…) como responder. Por eso elegí cuidadosamente mis palabras», recordó.
Cuando anunció el despido de Comey, en mayo, Trump publicó en Twitter una velada amenaza para que se mantenga en silencio, sugiriendo que podría tener grabaciones de las conversaciones entre ambos.
Este jueves, Comey dejó claro que no se sintió intimidado: «He visto el mensaje de Twitter sobre las grabaciones. Yo espero que haya grabaciones», dijo.
Comey afirmó que discutió con sus subordinados más próximos la situación generada por las presiones de Trump y precisó que el FBI no quería «contaminar» el equipo que llevaba adelante las investigaciones comentándoles las presiones de la Casa Blanca.
«No queríamos que los agentes supieran lo que el presiente había pedido. Cuando viene del presidente, lo tomo como una instrucción», dijo el ex funcionario ante el Senado.
Trump no es mentiroso
La portavoz adjunta de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, rechazó hoy los comentarios del ex director del FBI James Comey ante el Senado estadounidense y aseguró que el presidente Donald Trump «no es un mentiroso».
En declaraciones al grupo de periodistas que siguen al mandatario, Sanders insistió en que el magnate no miente, ante las afirmaciones de Comey en su audiencia de hoy ante el Comité de Inteligencia de la Cámara alta.
Comey, despedido el pasado 9 de mayo de manera fulminante por Trump, aseguró que la Administración del mandatario republicano vertió sobre él «mentiras» que siente que «el FBI haya tenido que oír».